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CC Ādi-līlā 1.46

Texto

ācāryaṁ māṁ vijānīyān
nāvamanyeta karhicit
na martya-buddhyāsūyeta
sarva-deva-mayo guruḥ

Palabra por palabra

ācāryam—al maestro espiritual; mām—Yo mismo; vijānīyāt—hay que conocer; na avamanyeta—no debe faltarse al respeto; karhicit—en cualquier ocasión; na—nunca; martya-buddhyā—con la idea de que es un hombre común; asūyeta—debe envidiarse; sarva-deva—de todos los semidioses; mayaḥ—representante; guruḥ—el maestro espiritual.

Traducción

«Hay que saber que el ācārya soy Yo mismo, y que no se le debe faltar al respeto de ninguna manera. No hay que envidiarle, creyéndole un hombre común, porque es el representante de todos los semidioses.»

Significado

Éste es un verso del Śrīmad-Bhāgavatam (11.17.27) pronunciado por el Señor Kṛṣṇa cuando Uddhava Le preguntó sobre las cuatro órdenes sociales y espirituales de la sociedad. El Señor estaba enseñando específicamente cómo tiene que comportarse un brahmacārī que está al cuidado de un maestro espiritual. Un maestro no se dedica a disfrutar de lo que le ofrecen sus discípulos. Es como un padre. Sin el servicio atento de sus padres, un niño no puede crecer y llegar a ser adulto; igualmente, sin el cuidado de un maestro espiritual, no es posible elevarse hasta el plano del servicio trascendental.

Al maestro espiritual también se le llama ācārya, o profesor trascendental de la ciencia espiritual. La Manu-saṁhitā (2.140) explica los deberes de un ācārya, y dice que un maestro espiritual genuino acepta discípulos a su cargo, les enseña el conocimiento védico con todas sus complejidades, y hace que nazcan por segunda vez. La ceremonia para iniciar a un discípulo en el estudio de la ciencia espiritual se llama upanīti, o ceremonia que le conduce más cerca del maestro espiritual. El que no puede acercarse a un maestro espiritual no puede llevar el cordón sagrado, y se dice de él que es un śūdra. El cordón sagrado sobre el cuerpo de un brāhmaṇa, kṣatriya o vaiśya es símbolo de haber sido iniciado por el maestro espiritual; no tiene valor si se lleva meramente para hacer alarde de un linaje elevado. El deber del maestro espiritual es iniciar al discípulo en la ceremonia del cordón sagrado, y tras ese saṁskāra o práctica de purificación, el maestro espiritual comienza realmente a instruir al discípulo sobre los Vedas. El que nace śūdra no está excluido de esa iniciación espiritual, siempre que sea admitido por el maestro espiritual, que está debidamente autorizado para conceder a un discípulo el derecho a ser brāhmaṇa, si le considera perfectamente capacitado. En el Vāyu Purāṇa, se define al ācārya como aquel que conoce el significado de todas las Escrituras védicas, explica el propósito de los Vedas, vive según sus reglas y regulaciones, y enseña a sus discípulos a conducirse de la misma manera.

Sólo por Su inmensa compasión, la Personalidad de Dios Se revela como maestro espiritual. Por tanto, en el comportamiento de un ācārya no hay más actividades que las del servicio de amor trascendental al Señor. Él es la Suprema Personalidad de Dios Servidor. Es importante refugiarse en un devoto así de estable, al cual se denomina āśraya-vigraha, la manifestación o forma del Señor bajo cuya protección hay que refugiarse.

Si alguien pretende ser un ācārya sin tener una actitud de servicio al Señor, debe ser considerado un ofensor, y esa actitud ofensiva le descalifica para ser ācārya. El auténtico maestro espiritual está siempre ocupado en servicio devocional puro a la Suprema Personalidad de Dios. Ésa es la prueba por la que se conoce que es una manifestación directa del Señor y un genuino representante de Śrī Nityānanda Prabhu. Ese maestro espiritual se denomina ācāryadeva. Bajo la influencia de un temperamento envidioso, e insatisfechos a causa de una actitud de complacencia de los sentidos, la gente mundana critica al ācārya verdadero. Sin embargo, un ācārya genuino no es diferente, de hecho, de la Personalidad de Dios, y por tanto, envidiar al ācārya genuino es envidiar a la Personalidad de Dios. Eso tendrá un efecto adverso para la comprensión trascendental.

Como se ha mencionado anteriormente, un discípulo debe respetar siempre a su maestro espiritual como manifestación del Señor Kṛṣṇa, pero, al mismo tiempo, debe tener siempre en cuenta que un maestro espiritual no está nunca autorizado a imitar los pasatiempos trascendentales del Señor. Maestros espirituales falsos pretenden ser idénticos en todo al Señor Kṛṣṇa, para explotar los sentimientos de sus discípulos, pero esos impersonalistas sólo desencaminan a sus discípulos, porque su objetivo final es llegar a ser uno con el Señor. Eso es contrario a los principios del cultivo devocional.

La verdadera filosofía védica es acintya-bhedābheda-tattva, que establece que todo es simultáneamente idéntico y diferente de la Personalidad de Dios. Śrīla Raghunātha dāsa Gosvāmī confirma que ésa es la verdadera posición de un maestro espiritual genuino, y dice que hay que pensar siempre en el maestro espiritual considerando su estrecha relación con Mukunda (Śrī Kṛṣṇa). Śrīla Jīva Gosvāmī, en su Bhakti-sandharbha (213), ha explicado claramente que un devoto puro considera al maestro espiritual y al Señor Śiva uno con la Personalidad de Dios, en razón a que los dos son muy queridos por el Señor, pero no porque sean idénticos en todo a Él. Siguiendo los pasos de Śrīla Raghunātha dāsa Gosvāmī y de Śrīla Jīva Gosvāmī, ācāryas más recientes, como Śrīla Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura, han confirmado las mismas verdades. En sus oraciones al maestro espiritual, Śrīla Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura confirma que todas las Escrituras reveladas admiten la identidad del maestro espiritual con la Personalidad de Dios, porque es un servidor muy querido e íntimo del Señor. Los vaiṣṇavas gauḍīyas adoran, por tanto, a Śrīla Gurudeva (el maestro espiritual) en su calidad de servidor de la Personalidad de Dios. En todos los escritos antiguos sobre el servicio devocional y en las canciones más recientes de Śrīla Narottama dāsa Ṭhākura, Śrīla Bhaktivinoda Ṭhākura y otros vaiṣṇavas puros, siempre se considera al maestro espiritual, bien como una de las compañeras íntimas de Śrīmatī Rādhārāṇī, o bien como un representante manifiesto de Śrīla Nityānanda Prabhu.