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CC Ādi-līlā 17.148

Texto

grāma-sambandhe ‘cakravartī’ haya mora cācā
deha-sambandhe haite haya grāma-sambandha sāṅcā

Palabra por palabra

grāma-sambandhe—en nuestras relaciones de vecindario; cakravartī—Tu abuelo, Nīlāmbara Cakravartī; haya—se vuelve; mora—mi; cācā—tío; deha-sambandhe—en una relación corporal; haite—que; haya—se vuelve; grāma-sambandha—relación de vecindario; sāṅcā—más poderosa.

Traducción

«En nuestras relaciones de aldea, Nīlāmbara Cakravartī Ṭhākura era mi tío. Ese parentesco es más fuerte que el de sangre.

Significado

En la India, incluso en las aldeas del interior, todas las comunidades hindúes y musulmanas solían vivir en paz manteniendo relaciones entre sí. Los jóvenes llamaban cācā o kākā, «tío», a los miembros mayores de la aldea, y los hombres de la misma edad se llamaban unos a otros dādā, «hermano». La relación era muy amistosa. Incluso familias musulmanas invitaban a familias hindúes, y familias hindúes a familias musulmanas. Tanto hindúes como musulmanes aceptaban las invitaciones de ir a las casas de la otra comunidad para asistir a alguna ceremonia. Incluso hasta hace cincuenta o sesenta años, la relación entre hindúes y musulmanes era muy amistosa, y no había conflictos. En la historia de la India no encontramos ningún disturbio hindú-musulmán, ni siquiera en los tiempos de la dominación musulmana en el país. El conflicto entre hindúes y musulmanes lo crearon políticos corrompidos, en especial gobernantes extranjeros, y así la situación se degradó tanto que la India se dividió en Hindustán y Pakistán. Por fortuna, el remedio para unir, no sólo a hindúes y musulmanes, sino a todas las comunidades y naciones, aún puede ponerlo en práctica el movimiento Hare Kṛṣṇa, sobre la sólida base del amor por Dios.