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CC Ādi-līlā 7.122

Texto

pariṇāma-vāde īśvara hayena vikārī
eta kahi’ ‘vivarta’-vāda sthāpanā ye kari

Palabra por palabra

pariṇāma-vāde—al aceptar la teoría de la transformación de energía; īśvara—el Señor Supremo; hayena—Se vuelve; vikārī—transformado; eta kahi’—diciendo esto; vivarta—ilusión; vāda—teoría; sthāpanā—estableciendo; ye—qué; kari—hace.

Traducción

«Según Śaṅkarācārya, al aceptar la teoría de la transformación de la energía del Señor se crea una ilusión, al aceptar indirectamente que la Verdad Absoluta se ha transformado.

Significado

Śrīla Bhaktivinoda Ṭhākura dice que si no se entiende claramente el significado de pariṇāma-vāda, la transformación de la energía, no hay duda de que se va a comprender la verdad sobre la manifestación cósmica y sobre las entidades vivientes en sentido equivocado. En el Chāndogya Upaniṣad (6.8.4) se dice: san-mūlāḥ saumyemāḥ prajāḥ sad-āyatanāḥ sat-pratiṣthāḥ. El mundo material y los seres vivientes son entidades separadas, y son eternamente verdaderas, no falsas. Śaṅkarācārya, sin embargo, con un temor innecesario de que debido a pariṇāma-vāda (transformación de energía) el Brahman se transformaría (vikārī), ha imaginado que tanto el mundo material como las entidades vivientes son falsas y no tienen individualidad. Con malabarismos de palabras, ha tratado de probar que las identidades individuales de las entidades vivientes y el mundo material son ilusorias, y ha dado los ejemplos de confundir una cuerda con una serpiente, o una concha de ostra con oro. Así, ha engañado a la gente de la manera más abominable.

La analogía de confundir una cuerda con una serpiente se menciona en el Māṇḍūkya Upaniṣad, pero intenta ilustrar el error de identificar el cuerpo con el alma. Puesto que en realidad el alma es una partícula espiritual, como se confirma en la Bhagavad-gītā (mamaivāṁśo jīva-loke), el que un ser humano identifique el cuerpo con el yo, como hacen los animales, se debe a la ilusión (vivarta-vāda). Éste es un ejemplo apropiado de vivarta, la ilusión. El verso atattvato’ nyathā-buddhir vivarta ity udāhṛtaḥ describe esta ilusión. El no conocer los hechos reales y, por esto, confundir una cosa con otra (como, por ejemplo, admitir el cuerpo como el yo), se llama vivarta-vāda. Toda entidad viviente condicionada que cree que el cuerpo es el alma, está siendo engañada por vivartavāda. Es posible que esta filosofía vivarta-vāda nos engañe cuando olvidamos el poder inconcebible de la omnipotente Personalidad de Dios.

En el Īśopaniṣad se explica de qué manera la Suprema Personalidad de Dios permanece invariable: pūrṇasya pūrṇam ādāya pūrṇam evāvaśiṣyate(Īśo. Invocación). Dios es completo. Incluso si se retira de Él una manifestación completa, Él continúa siendo completo. La creación material se ha manifestado por la energía del Señor, pero aun así, Él es la misma persona. Su forma, séquito, cualidades y demás nunca se deterioran. Śrīla Jīva Gosvāmī, en su Paramātma-sandarbha, dice lo siguiente sobre vivarta-vāda, «Bajo el hechizo de vivarta-vāda, se cree que las entidades separadas, a saber, la manifestación cósmica y las entidades vivientes, son una unidad con el Brahman. Esto se debe a la completa ignorancia de cuál es la realidad. La Verdad Absoluta, Parabrahman, es siempre una y siempre la misma. Está completamente libre de los demás conceptos de existencia. Está completamente libre del ego falso, porque es la identidad espiritual plena. Es absolutamente imposible que esté sometida a la ignorancia y caiga bajo el hechizo de un concepto erróneo (vivarta-vāda). La Verdad Absoluta está más allá de nuestra imaginación. Debemos admitir que tiene cualidades impolutas que no comparte con todas las entidades vivientes. Nunca Se ve afectada en lo más mínimo por los defectos de los seres vivos corrientes. Por tanto, todos deben comprender que la Verdad Absoluta posee potencias inconcebibles».