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CAPÍTULO 13

Pasatiempos con Jagadānanda Paṇḍita y Raghunātha Bhaṭṭa Gosvāmī

En su Amṛta-pravāha-bhāṣya, Śrīla Bhaktivinoda Ṭhākura presenta el siguiente resumen del Capítulo Trece. Pensando que Śrī Caitanya Mahāprabhu no Se encontraría cómodo durmiendo sobre corteza de banano, Jagadānanda Le hizo una almohada y un colchón fino. El Señor, sin embargo, no los aceptó. Entonces, con hojas de banano deshechas en tiras muy finas, Svarūpa Dāmodara Gosvāmī hizo otra almohada y otro colchón, que el Señor aceptó, aunque no sin poner muchos reparos. Con el permiso de Śrī Caitanya Mahāprabhu, Jagadānanda Paṇḍita fue a Vṛndāvana, y allí habló con Sanātana Gosvāmī de muchos temas devocionales. También discutieron a causa de una prenda de vestir de Mukunda Sarasvatī. Cuando regresó a Jagannātha Purī, Jagadānanda le entregó a Śrī Caitanya Mahāprabhu algunos obsequios de Sanātana Gosvāmī; fue entonces cuando tuvo lugar el episodio de la fruta pīlu.

En cierta ocasión, Śrī Caitanya Mahāprabhu entró en éxtasis al escuchar las canciones de una deva-dāsī. Inconsciente de quien estaba cantando, corrió hacia ella pasando por entre arbustos espinosos, pero, cuando Govinda Le hizo notar que quien cantaba era una mujer, el Señor Se detuvo inmediatamente. Con ese episodio, Śrī Caitanya Mahāprabhu dio a todos la instrucción de que los sannyāsīs y los vaiṣṇavas no deben escuchar cantar a las mujeres.

Cuando Raghunātha Bhaṭṭa Gosvāmī, una vez completada su educación, fue de Vārāṇaṣī a Jagannātha Purī, en el camino se encontró con Rāmadāsa Viśvāsa Paṇḍita. Viśvāsa Paṇḍita estaba muy orgulloso de su educación, pero, por ser un impersonalista, no fue bien recibido por Śrī Caitanya Mahāprabhu. El capítulo termina con un resumen de la vida de Raghunātha Bhaṭṭa Gosvāmī.

Text 1:
Yo me refugio en los pies de loto del Señor Gauracandra. Con el dolor de la separación de Kṛṣṇa, Su mente quedaba exhausta y Su cuerpo muy delgado, pero, cuando sentía el amor extático por el Señor, volvía de nuevo a un estado de pleno desarrollo.
Text 2:
¡Toda gloria a Śrī Caitanya Mahāprabhu! ¡Toda gloria a Nityānanda Prabhu! ¡Toda gloria a Advaita Ācārya! ¡Y toda gloria a todos los devotos del Señor!
Text 3:
De ese modo, Śrī Caitanya Mahāprabhu saboreaba diversas relaciones trascendentales de amor puro en compañía de Jagadānanda Paṇḍita.
Text 4:
La desdicha de la separación de Kṛṣṇa llevaba la mente del Señor al agotamiento y reducía la estructura de Su cuerpo, pero, cuando sentía emociones de amor extático, de nuevo recobraba la salud y un pleno desarrollo.
Text 5:
Estaba tan delgado que, cuando Se acostaba a descansar en Su lecho de corteza de banano seca, Le hacían daño los huesos.
Text 6:
Al ver los dolores de Śrī Caitanya Mahāprabhu, todos los devotos se sentían muy mal. En verdad, no podían soportarlo. Entonces, Jagadānanda Paṇḍita ideó un modo.
Text 7:
Consiguió una tela de buena calidad y la tiñó con óxido rojo. Después la llenó con algodón de un árbol śimula.
Text 8:
De ese modo, hizo un colchón fino y una almohada, y los dio a Govinda diciendo: «Di al Señor que los use para acostarse».
Text 9:
Jagadānanda dijo a Svarūpa Dāmodara Gosvāmī: «Por favor, hoy tienes que convencer personalmente a Śrī Caitanya Mahāprabhu de que Se acueste en esa cama».
Text 10:
A la hora en que el Señor iba a acostarse, Svarūpa Dāmodara se quedó cerca de Él, pero Śrī Caitanya Mahāprabhu, nada más ver el colchón fino y la almohada, Se enfadó mucho.
Text 11:
El Señor preguntó a Govinda: «¿Quién ha hecho esto?». Cuando Govinda dijo el nombre de Jagadānanda Paṇḍita, Śrī Caitanya Mahāprabhu Se sintió un poco atemorizado.
Text 12:
Tras pedir a Govinda que retirase el colchón fino y la almohada, el Señor Se acostó sobre la corteza de banano seca.
Text 13:
Svarūpa Dāmodara dijo al Señor: «No puedo contradecir Tu voluntad suprema, mi Señor, pero, si no aceptas ese lecho, Jagadānanda Paṇḍita se sentirá muy desdichado».
Text 14:
Śrī Caitanya Mahāprabhu contestó: «Puestos a ello, también podríais haberme traído una cama para dormir. Jagadānanda quiere que Yo disfrute de felicidad material.
Text 15:
«Como miembro de la orden de vida de renuncia, debo dormir en el suelo. Para Mí sería una gran vergüenza utilizar una cama, un colchón o una almohada.»
Text 16:
Cuando Svarūpa Dāmodara regresó a informar a Jagadānanda Paṇḍita de lo sucedido, Jagadānanda se sintió muy desdichado.
Text 17:
Entonces, Svarūpa Dāmodara Gosvāmī tuvo otra idea. Primero reunió una gran cantidad de hojas de banano secas.
Text 18:
Entonces, con las uñas, deshizo las hojas en fibras muy finas, y con ellas llenó dos prendas de vestir de Śrī Caitanya Mahāprabhu.
Text 19:
De ese modo, Svarūpa Dāmodara hizo un colchón fino y una almohada. Con no pocos esfuerzos de los devotos, Śrī Caitanya Mahāprabhu acabó por aceptarlos.
Text 20:
Todos se sintieron felices de ver al Señor acostarse en aquella cama, pero Jagadānanda por dentro estaba muy enfadado, y por fuera se mostraba muy triste.
Text 21:
En el pasado, cuando Jagadānanda Paṇḍita había deseado ir a Vṛndāvana, Śrī Caitanya Mahāprabhu no le había dado permiso, de modo que no pudo ir.
Text 22:
Ahora, ocultando su enfado y su tristeza, Jagadānanda Paṇḍita volvió a pedir a Śrī Caitanya Mahāprabhu permiso para ir a Mathurā.
Text 23:
Śrī Caitanya Mahāprabhu dijo con gran afecto: «Si te vas a Mathurā enfadado conmigo, lo único que harás será volverte un mendigo y criticarme».
Text 24:
Tomándose de los pies del Señor, Jagadānanda Paṇḍita dijo entonces: «Durante mucho tiempo he deseado ir a Vṛndāvana.
Text 25:
«No podía ir sin el permiso de Tu Señoría. Ahora debes darme permiso, y ciertamente iré allí.»
Text 26:
Debido al afecto que sentía por Jagadānanda Paṇḍita, Śrī Caitanya Mahāprabhu no quería dejarle partir, pero Jagadānanda Paṇḍita insistía una y otra vez en que le diese permiso.
Text 27:
Jagadānanda entonces presentó su súplica a Svarūpa Dāmodara: «Hace mucho tiempo —dijo— que quiero ir a Vṛndāvana.
Text 28:
«Sin embargo, no puedo ir sin el permiso del Señor. Ahora mismo me lo niega diciendo: “Te vas porque estás enfadado conmigo”.
Text 29:
«De modo natural, yo siento el deseo de ir a Vṛndāvana; por favor, pídele humildemente que me dé Su permiso.»
Text 30:
A continuación, Svarūpa Dāmodara Gosvāmī presentó la siguiente súplica a los pies de loto de Śrī Caitanya Mahāprabhu: «Jagadānanda Paṇḍita siente un intenso deseo de ir a Vṛndāvana.
Text 31:
«Te pide permiso una y otra vez. Por favor, dale permiso para ir a Mathurā y después regresar.
Text 32:
«Tal y como le has permitido ir a ver a madre Śacī a Bengala, también puedes darle permiso para visitar Vṛndāvana y regresar.»
Text 33:
Ante el ruego de Svarūpa Dāmodara Gosvāmī, Śrī Caitanya Mahāprabhu dio a Jagadānanda Paṇḍita permiso para ir. El Señor le hizo llamar y le dio las siguientes instrucciones.
Text 34:
«Hasta Vārāṇasī no encontrarás problemas, pero más allá de Vārāṇāsī debes andar con mucha cautela y hacer el camino en compañía de los kṣatriyas.
Text 35:
«Los bandidos del camino, tan pronto como ven a un bengalí que viaja solo, se lo quitan todo, le hacen prisionero y no le dejan irse.
Text 36:
«Cuando llegues a Mathurā, debes vivir con Sanātana Gosvāmī y ofrecer reverencias respetuosas a los pies de las personalidades más importantes del lugar.
Text 37:
«No te relaciones libremente con los habitantes de Mathurā; ofréceles respeto manteniendo una distancia. Tú te hallas en un plano distinto de servicio devocional, de modo que no puedes seguir su conducta y sus prácticas.
Text 38:
«Visita los doce bosques de Vṛndāvana en compañía de Sanātana Gosvāmī. No abandones su compañía ni por un momento.
Text 39:
«Tu estancia en Vṛndāvana debe ser corta, y debes regresar aquí lo antes posible. Además, no debes subir a la colina Govardhana a ver la Deidad de Gopāla.
Text 40:
«Di a Sanātana Gosvāmī que iré a Vṛndāvana por segunda vez, y que por lo tanto debe disponer un lugar para alojarme.»
Text 41:
Dicho esto, el Señor abrazó a Jagadānanda Paṇḍita, quien entonces adoró los pies de loto del Señor y partió hacia Vṛndāvana.
Text 42:
Después de pedir permiso a todos los devotos, partió. Siguiendo el camino del bosque, pronto llegó a Vārāṇasī.
Text 43:
En Vārāṇāsī fue a ver a Tapana Miśra y a Candraśekhara, quienes aprovecharon su compañía para escuchar acerca de Śrī Caitanya Mahāprabhu.
Text 44:
Finalmente, Jagadānanda Paṇḍita llegó a Mathurā, donde fue a reunirse con Sanātana Gosvāmī. Ambos estaban muy complacidos de volver a verse.
Text 45:
Sanātana Gosvāmī llevó a Jagadānanda a visitar los doce bosques de Vṛndāvana, finalizando en Mahāvana; después, los dos se quedaron en Gokula.
Text 46:
Vivían en la cueva de Sanātana Gosvāmī, pero Jagadānanda Paṇḍita se cocinaba en un templo cercano.
Text 47:
Sanātana Gosvāmī pedía limosna de puerta en puerta en la vecindad de Mahāvana. A veces iba a un templo, y a veces a la casa de un brāhmaṇa.
Text 48:
Sanātana Gosvāmī proveía a Jagadānanda Paṇḍita de todo lo que necesitaba. Mendigaba en la zona de Mahāvana y llevaba a Jagadānanda toda clase de productos para comer y beber.
Text 49:
Un día en que había invitado a Sanātana a almorzar al templo cercano, Jagadānanda Paṇḍita, cumplidos sus deberes cotidianos, se puso a cocinar.
Text 50:
Anteriormente, un gran sannyāsī llamado Mukunda Sarasvatī había dado a Sanātana Gosvāmī una prenda de vestir.
Text 51:
Sanātana Gosvāmī, con aquella pieza de tela liada a la cabeza, llegó a la puerta de Jagadānanda Paṇḍita y se sentó.
Text 52:
Creyendo que la tela rojiza era un regalo de Caitanya Mahāprabhu, Jagadānanda Paṇḍita se vio sobrecogido de amor extático, de modo que preguntó a Sanātana Gosvāmī.
Text 53:
«¿Dónde has conseguido esa tela rojiza que llevas en la cabeza?», preguntó Jagadānanda
Text 54:
Al escuchar esto, Jagadānanda Paṇḍita montó en cólera y echó mano de un pote de cocina, con intención de pegar a Sanātana Gosvāmī.
Text 55:
Sanātana Gosvāmī, sin embargo, estaba un poco avergonzado, pues conocía muy bien a Jagadānanda Paṇḍita. Jagadānanda, entonces, dejó el pote en el hornillo y dijo lo siguiente.
Text 56:
«Tú eres uno de los principales devotos personales de Śrī Caitanya Mahāprabhu. En verdad, nadie Le es más querido que tú.
Text 57:
«Pese a ello, te has liado a la cabeza una tela que te ha dado otro sannyāsī. ¿Quién puede tolerar semejante conducta?»
Text 58:
Sanātana Gosvāmī dijo: «Mi querido Jagadānanda Paṇḍita, tú eres un gran santo erudito. Nadie Le es más querido que tú a Śrī Caitanya Mahāprabhu.
Text 59:
«Esa fe en Śrī Caitanya Mahāprabhu es muy digna de ti. ¿Si tú no la manifestases, cómo podría yo tener noción de ella?
Text 60:
«Ahora se ha cumplido el propósito por el que me había liado esa tela a la cabeza, pues he visto personalmente tu extraordinario amor por Śrī Caitanya Mahāprabhu.
Text 61:
«Esta prenda azafrán no es vestido adecuado para un vaiṣṇava, de modo que no me sirve de nada. Se la daré a alguien.»
Text 62:
Cuando terminó de cocinar, Jagadānanda Paṇḍita ofreció la comida a Śrī Caitanya Mahāprabhu. Después, él y Sanātana Gosvāmī se sentaron y comieron el prasādam.
Text 63:
Tras comer el prasādam, se abrazaron el uno al otro y lloraron por la separación del Señor Caitanya.
Text 64:
De ese modo pasaron dos meses en Vṛndāvana. Al final, no podían soportar por más tiempo la desdicha de la separación de Śrī Caitanya Mahāprabhu.
Text 65:
Fue entonces cuando Jagadānanda Paṇḍita dio a Sanātana Gosvāmī el mensaje del Señor: «También Yo voy a ir a Vṛndāvana; por favor, prepara un lugar donde alojarme».
Text 66:
Cuando Sanātana Gosvāmī dio a Jagadānanda permiso para regresar a Jagannātha Purī, le confió unos regalos para el Señor Caitanya Mahāprabhu.
Text 67:
Los regalos eran: un poco de arena del lugar del rāsa-līlā, una piedra de la colina Govardhana, frutas pīlu secas y un collar de caracolas pequeñas.
Text 68:
Con todos esos regalos, Jagadānanda Paṇḍita inició su viaje. Sanātana Gosvāmī, sin embargo, quedó muy agitado después de despedirle.
Text 69:
Poco después, Sanātana Gosvāmī escogió el lugar en que Śrī Caitanya Mahāprabhu podía quedarse durante Su estancia en Vṛndāvana. Era un templo en la zona montañosa llamada Dvādaśāditya-ṭilā.
Text 70:
Sanātana Gosvāmī mantuvo el templo muy limpio y en buen estado. Frente a él levantó una pequeña choza.
Text 71:
Mientras tanto, viajando a toda prisa, Jagadānanda Paṇḍita pronto llegó a Jagannātha Purī, para gran alegría de Śrī Caitanya Mahāprabhu y de Sus devotos.
Text 72:
Tras ofrecer oraciones a los pies de loto de Śrī Caitanya Mahāprabhu, Jagadānanda Paṇḍita saludó a todos. Entonces, el Señor le dio un abrazo muy fuerte.
Text 73:
Jagadānanda Paṇḍita ofreció reverencias al Señor de parte de Sanātana Gosvāmī, y dio al Señor el polvo del lugar de la danza rāsa, junto con los demás regalos.
Text 74:
Śrī Caitanya Mahāprabhu guardó todos los regalos con excepción de las frutas pīlu, que repartió entre los devotos. Como las frutas venían de Vṛndāvana, todos se sintieron muy felices de comerlas.
Text 75:
Los devotos que conocían la fruta pīlu se limitaron a chupar las semillas, pero los devotos bengalíes que no sabían qué era las masticaron y las tragaron.
Text 76:
Las semillas, picantes como guindillas, abrasaron la lengua de quienes las mordieron. De ese modo, el comer las frutas pīlu de Vṛndāvana fue un pasatiempo de Śrī Caitanya Mahāprabhu.
Text 77:
Cuando Jagadānanda Paṇḍita regresó de Vṛndāvana, todos se pusieron muy contentos. Así disfrutaba Śrī Caitanya Mahāprabhu de Sus pasatiempos mientras vivía en Jagannātha Purī.
Text 78:
Un día, mientras el Señor Se dirigía al templo de Yameśvara, una de las deva-dāsīs comenzó a cantar en el templo de Jagannātha.
Text 79:
Cantaba una melodía gujjarī con una voz dulcísima, y como los versos eran del Gīta-govinda de Jayadeva Gosvāmī, su canto atraía la atención del mundo entero.
Text 80:
Nada más escuchar la canción en la distancia, Śrī Caitanya Mahāprabhu entró en éxtasis. No sabía si quien cantaba era un hombre o una mujer.
Text 81:
Mientras el Señor, en Su éxtasis, corría al encuentro de la cantante, las espinas de los matorrales se Le clavaban en el cuerpo.
Text 82:
Rápidamente, Govinda echó a correr tras el Señor, que no sentía los pinchazos de las espinas.
Text 83:
Śrī Caitanya Mahāprabhu corría a toda velocidad, y ya estaba muy cerca de la muchacha. Justo entonces, Govinda atrapó al Señor y, sujetándole con los brazos, gritó: «¡Es una mujer quien canta!».
Text 84:
A la sola mención de la palabra «mujer», el Señor recobró la conciencia externa y volvió sobre Sus pasos.
Text 85:
«Mi querido Govinda —dijo—, Me has salvado la vida. Si hubiera tocado el cuerpo de una mujer, ciertamente habría muerto.
Text 86:
«Nunca podré pagarte lo que has hecho por Mí.»
Text 87:
Śrī Caitanya Mahāprabhu contestó: «Mi querido Govinda, debes estar siempre conmigo. Hay peligro en todas partes; por eso, debes protegerme con gran atención».
Text 88:
Dicho esto, Śrī Caitanya Mahāprabhu regresó a casa. Cuando Svarūpa Dāmodara Gosvāmī y los demás asistentes supieron lo ocurrido, sintieron mucho temor.
Text 89:
Por esa época, Raghunātha Bhaṭṭācārya, el hijo de Tapana Miśra, abandonó todos sus deberes y se fue de casa, con intención de ir a ver a Śrī Caitanya Mahāprabhu.
Text 90:
Acompañado de un sirviente que le llevaba el equipaje, Raghunātha Bhaṭṭa partió de Vārāṇasī y viajó por el camino que pasa por Bengala.
Text 91:
En Bengala se encontró con Rāmadāsa Viśvāsa, que pertenecía a la casta kāyastha. Era uno de los secretarios del rey.
Text 92:
Rāmadāsa Viśvāsa poseía una gran erudición en todas las Escrituras reveladas. Daba lecciones acerca del famoso libro Kāvya-prakāsa y era conocido como adorador y devoto avanzado de Raghunātha [el Señor Rāmacandra].
Text 93:
Rāmadāsa, que había renunciado a todo, iba a ver al Señor Jagannātha. En el camino, recitaba el santo nombre del Señor Rāma las veinticuatro horas del día.
Text 94:
Al encontrarse con Raghunātha Bhaṭṭa en el camino, se puso el equipaje de Raghunātha en la cabeza y cargó con él.
Text 95:
Rāmadāsa ofreció diversos servicios a Raghunātha Bhaṭṭa, hasta el punto de darle masaje en las piernas. Raghunātha Bhaṭṭa titubeaba a la hora de aceptar todo aquel servicio.
Text 96:
«Tú eres un caballero respetable, un sabio erudito y un gran devoto —dijo Raghunātha Bhaṭṭa—. Por favor, no trates de servirme. Simplemente vayamos juntos en buena compañía.»
Text 97:
Rāmadāsa contestó: «Yo soy un śūdra, un alma caída. Servir a un brāhmaṇa es mi deber y mi principio religioso.
Text 98:
«Así pues, no estés tan receloso. Yo soy tu sirviente, y, cuando te sirvo, mi corazón se llena de júbilo.»
Text 99:
De ese modo, Rāmadāsa llevó el equipaje de Raghunātha Bhaṭṭa y le sirvió con sinceridad. Día y noche, recitaba sin cesar el santo nombre del Señor Rāmacandra.
Text 100:
Viajando de ese modo, Raghunātha Bhaṭṭa pronto llegó a Jagannātha Purī. Una vez allí, fue a ver a Śrī Caitanya Mahāprabhu y, con gran placer, se postró a Sus pies de loto.
Text 101:
Raghunātha Bhaṭṭa se postró, derecho como un palo, a los pies de loto de Śrī Caitanya Mahāprabhu. El Señor entonces le abrazó, sabiendo bien quién era.
Text 102:
Raghunātha ofreció reverencias respetuosas a Śrī Caitanya Mahāprabhu de parte de Tapana Miśra y Candraśekhara; también el Señor preguntó por ellos.
Text 103:
«Es muy bueno que hayas venido —dijo el Señor—. Ahora ve a ver al Señor Jagannātha, el de ojos de loto. Hoy tomarás prasādam aquí, en Mi casa.»
Text 104:
El Señor dijo a Govinda que se encargase del alojamiento de Raghunātha Bhaṭṭa y entonces lo presentó a todos los devotos, comenzando por Svarūpa Dāmodara Gosvāmī.
Text 105:
De ese modo, Raghunātha Bhaṭṭa pasó ocho meses seguidos con Śrī Caitanya Mahāprabhu y, por la misericordia del Señor, sentía que su felicidad trascendental aumentaba cada día.
Text 106:
Cada cierto tiempo, cocinaba arroz con hortalizas estofadas e invitaba a Śrī Caitanya Mahāprabhu a su casa.
Text 107:
Raghunātha Bhaṭṭa era un cocinero experto. Todo lo que cocinaba sabía como el néctar.
Text 108:
Śrī Caitanya Mahāprabhu aceptaba con gran satisfacción toda la comida que preparaba. Una vez satisfecho el Señor, Raghunātha Bhaṭṭa comía Sus remanentes.
Text 109:
Cuando Rāmadāsa Viśvāsa fue a ver a Śrī Caitanya Mahāprabhu, el Señor no le dio ninguna muestra especial de misericordia, aunque era su primer encuentro.
Text 110:
En su corazón, Rāmadāsa Viśvāsa era un impersonalista que deseaba fundirse en la existencia del Señor, y estaba muy orgulloso de su erudición. Śrī Caitanya Mahāprabhu, que es la omnisciente Suprema Personalidad de Dios, puede entender el corazón de todos, de modo que sabía todo esto.
Text 111:
Rāmadāsa Viśvāsa estableció entonces su residencia en Jagannātha Purī y dio lecciones sobre el Kāvya-prakāśa a la familia Paṭṭanāyaka [los descendientes de Bhavānanda Rāya].
Text 112:
Pasados ocho meses, al despedirse de Raghunātha Bhaṭṭa, Śrī Caitanya Mahāprabhu le prohibió categóricamente casarse. «No te cases», dijo el Señor.
Text 113:
Śrī Caitanya Mahāprabhu dijo a Raghunātha Bhaṭṭa: «Cuando regreses a casa, sirve a tus ancianos padres, que son devotos, y trata de estudiar el Śrīmad-Bhāgavatam de labios de un vaiṣṇava puro que haya comprendido a Dios».
Text 114:
Śrī Caitanya Mahāprabhu concluyó: «Ven de nuevo a Nīlācala [Jagannātha Purī]». Tras estas palabras, el Señor puso Su propio collar de cuentas en el cuello de Raghunātha Bhaṭṭa.
Text 115:
Entonces el Señor le abrazó y Se despidió de él. Sobrecogido de amor extático, Raghunātha Bhaṭṭa se echó a llorar debido a la inminente separación de Śrī Caitanya Mahāprabhu.
Text 116:
Tras pedir permiso a Śrī Caitanya Mahāprabhu y a todos los devotos, comenzando por Svarūpa Dāmodara, Raghunātha Bhaṭṭa regresó a Vārāṇāsī.
Text 117:
Conforme a las instrucciones de Śrī Caitanya Mahāprabhu, durante cuatro años sirvió a sus padres continuamente. Además, estudiaba regularmente el Śrīmad-Bhāgavatam con un vaiṣṇava autorrealizado.
Text 118:
Entonces sus padres murieron en Kāśī [Vārāṇasī], y él se desapegó, de modo que regresó con Śrī Caitanya Mahāprabhu, abandonando toda relación con su hogar.
Text 119:
Como anteriormente, Raghunātha pasó otros ocho meses seguidos con Śrī Caitanya Mahāprabhu, al cabo de los cuales, el Señor le dio la siguiente orden.
Text 120:
«Mi querido Raghunātha, siguiendo Mi orden, ve a Vṛndāvana y vive allí bajo la tutela de los gosvāmīs Rūpa y Sanātana.
Text 121:
«En Vṛndāvana, debes recitar el mantra Hare Kṛṣṇa las veinticuatro horas del día y leer continuamente el Śrīmad-Bhāgavatam. Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios, muy pronto te concederá Su misericordia.»
Text 122:
Tras decir esto, Śrī Caitanya Mahāprabhu abrazó a Raghunātha Bhaṭṭa y, por la misericordia del Señor, Raghunātha se llenó de amor extático por Kṛṣṇa.
Text 123:
En un festival, Śrī Caitanya Mahāprabhu había recibido betel sin especias y un collar de hojas de tulasī de catorce codos de largo [algo más de seis metros]. Era un collar que había llevado el Señor Jagannātha.
Text 124:
Śrī Caitanya Mahāprabhu dio el collar y el betel a Raghunātha Bhaṭṭa, quien, considerándolos una Deidad de adoración, los guardó con mucho cuidado.
Text 125:
Tras pedir permiso a Śrī Caitanya Mahāprabhu, Raghunātha Bhaṭṭa partió hacia Vṛndāvana. Al llegar allí, se puso bajo la tutela de Rūpa y Sanātana Gosvāmīs.
Text 126:
Cuando recitaba el Śrīmad-Bhāgavatam en compañía de Rūpa y Sanātana, Raghunātha Bhaṭṭa se veía abrumado de amor extático por Kṛṣṇa.
Text 127:
Por la misericordia de Śrī Caitanya Mahāprabhu, experimentaba los signos del amor extático: lágrimas, temblores y la voz entrecortada. Los ojos se le llenaban de lágrimas y se le ahogaba la voz, de modo que no podía recitar el Śrīmad-Bhāgavatam.
Text 128:
Su voz era tan dulce como la del cuclillo, y sabía recitar cada verso del Śrīmad-Bhāgavatam con tres o cuatro melodías distintas. Así, sus recitaciones eran muy dulces para el oído.
Text 129:
Cuando recitaba o escuchaba acerca de la belleza y la dulzura de Kṛṣṇa, se sentía sobrecogido de amor extático y se olvidaba de todo.
Text 130:
De ese modo, Raghunātha Bhaṭṭa se entregó plenamente a los pies de loto del Señor Govinda, y esos pies de loto se volvieron su vida misma.
Text 131:
Más tarde, Raghunātha Bhaṭṭa ordenó a sus discípulos que construyeran un templo para Govinda. Él mismo preparó diversos ornamentos para Govinda, entre ellos una flauta y pendientes en forma de tiburón.
Text 132:
Raghunātha Bhaṭṭa ni escuchaba ni hablaba de nada del mundo material. Simplemente hablaba de Kṛṣṇa y adoraba al Señor día y noche.
Text 133:
Jamás prestaba oídos a las blasfemias contra algún vaiṣṇava, ni a los comentarios acerca de la mala conducta de algún devoto. Lo único que sabía era que todo el mundo estaba ocupado en el servicio de Kṛṣṇa; no entendía nada más.
Text 134:
Cuando estaba absorto en el recuerdo del Señor Kṛṣṇa, Raghunātha Bhaṭṭa Gosvāmī tomaba el collar de tulasī y el prasādam del Señor Jagannātha que Śrī Caitanya Mahāprabhu le había dado, los ataba juntos y se los ponía en el cuello.
Text 135:
De este modo, he hablado de la poderosa misericordia de Śrī Caitanya Mahāprabhu, por la cual Raghunātha Bhaṭṭa Gosvāmī se sentía constantemente sobrecogido de amor extático por Kṛṣṇa.
Texts 136-137:
En este capítulo he hablado de tres temas: la visita de Jagadānanda Paṇḍita a Vṛndāvana, el episodio en que Śrī Caitanya Mahāprabhu escuchó la canción de la deva-dāsī del templo de Jagannātha, y la misericordia de Śrī Caitanya Mahāprabhu, por la que Raghunātha Bhaṭṭa Gosvāmī alcanzó el amor extático por Kṛṣṇa.
Text 138:
Śrī Caitanya Mahāprabhu [Gaurahari] concede el amor extático por Kṛṣṇa a todo el que escuche estos temas con amor y fe.
Text 139:
Orando a los pies de loto de Śrī Rūpa y Śrī Raghunātha, siempre deseando su misericordia, yo, Kṛṣṇadāsa, narro el Śrī Caitanya-caritāmṛta, siguiendo sus pasos.