Skip to main content

CAPÍTULO 2

El castigo de Haridāsa el Menor

En su Amṛta-pravāha-bhāṣya, Śrīla Bhaktivinoda Ṭhākura explica de la siguiente manera el significado de este capítulo. Kṛṣṇadāsa Kavirāja Gosvāmī, el autor del Śrī Caitanya-caritāmṛta, deseó explicar los encuentros directos de Śrī Caitanya Mahāprabhu, los encuentros con personas a las que Él había dotado de poder, y Su manifestación āvirbhāva. De ese modo narró las glorias de Nṛsiṁhānanda y otros devotos. Había un devoto, Bhagavān Ācārya, excepcionalmente fiel a los pies de loto de Śrī Caitanya Mahāprabhu. Sin embargo, su hermano, Gopāla Bhaṭṭācārya, disertaba sobre el comentario impersonalista (māyāvāda). Śrīla Svarūpa Dāmodara Gosvāmī, el secretario de Śrī Caitanya Mahāprabhu, prohibió a Bhagavān Ācārya continuar escuchando ese comentario. Más tarde, cuando Haridāsa el Menor, siguiendo la orden de Bhagavān Ācārya, fue a recoger una donación de Mādhavī-devī, cometió una ofensa por hablar íntimamente con una mujer pese a estar en la orden de vida de renuncia. Debido a ello, Śrī Caitanya Mahāprabhu rechazó a Haridāsa el Menor, y, a pesar de todos los ruegos de los devotos más importantes, el Señor no Le aceptó de nuevo. Un año después de este incidente, Haridāsa el Menor fue a la confluencia del Ganges y el Yamunā y se suicidó. En su cuerpo espiritual, sin embargo, continuó cantando canciones devocionales, y Śrī Caitanya Mahāprabhu las escuchaba. Cuando los vaiṣṇavas de Bengala fueron a ver a Śrī Caitanya Mahāprabhu, Svarūpa Dāmodara y otros devotos tuvieron noticia de estos incidentes.

Text 1:
Ofrezco respetuosas reverencias a los pies de loto de mi maestro espiritual y de todos los demás preceptores en la senda del servicio devocional. Ofrezco respetuosas reverencias a todos los vaiṣṇavas y a los Seis Gosvāmīs, Śrīla Rūpa Gosvāmī, Śrīla Sanātana Gosvāmī, Raghunātha dāsa Gosvāmī, Jīva Gosvāmī y a sus compañeros. Ofrezco respetuosas reverencias a Śrī Advaita Ācārya Prabhu, a Śrī Nityānanda Prabhu, a Śrī Caitanya Mahāprabhu, y a todos Sus devotos, encabezados por Śrīvāsa Ṭhākura. Ofrezco a continuación reverencias respetuosas a los pies de loto del Señor Kṛṣṇa, de Śrīmatī Rādhārāṇī y de todas las gopīs, comenzando por Lalitā y Viśakhā.
Text 2:
jaya jaya—¡toda gloria!; śrī-caitanya—a Śrī Caitanya; jaya—¡toda gloria!; nityānanda—al Señor Nityānanda; jaya advaita-candra—¡toda gloria a Advaita Ācārya!; jaya—¡toda gloria!; gaura-bhakta-vṛnda—a los devotos del Señor Caitanya.
Text 3:
En Su encarnación de Śrī Caitanya Mahāprabhu, el Señor Śrī Kṛṣṇa descendió para liberar a todos los seres vivos de los tres mundos, desde Brahmaloka a Pātālaloka. Él provocó su liberación de tres maneras.
Text 4:
En algunos lugares, el Señor liberó a las almas caídas encontrándose directamente con ellas, en otros, dotando de poder a un devoto puro, y en otros, manifestándose Él mismo ante alguien.
Texts 5-6:
Śrī Caitanya Mahāprabhu liberó a la mayor parte de las almas caídas encontrándose directamente con ellas. A otros los liberó entrando en el cuerpo de grandes devotos, como por ejemplo Nakula Brahmacārī. Y a otros los liberó apareciéndose ante ellos, como en el caso de Nṛsiṁhananda Brahmacārī. «Yo liberaré a las almas caídas»: esa afirmación caracteriza a la Suprema Personalidad de Dios.
Text 7:
Cuando Śrī Caitanya Mahāprabhu estaba personalmente presente en este mundo, todos los que se encontraron con Él, aunque fuera una sola vez, quedaron completamente satisfechos y se volvieron espiritualmente avanzados.
Text 8:
Los devotos de Bengala iban cada año a Jagannātha Purī para ver a Śrī Caitanya Mahāprabhu; tras estar con Él, regresaban a Bengala.
Text 9:
Del mismo modo, la gente que venía a Jagannātha Purī desde diversas provincias de la India se sentía plenamente satisfecha después de ver los pies de loto de Śrī Caitanya Mahāprabhu.
Text 10:
Habitantes de todo el universo, incluyendo las siete islas, los nueve khaṇḍas, los planetas de los semidioses, Gandharvaloka y Kinnaraloka, iban allí en forma de seres humanos.
Text 11:
Habiendo visto al Señor, todos ellos se volvían vaiṣṇavas. Llenos de amor extático por Dios, cantaban el mantra Hare Kṛṣṇa y danzaban.
Text 12:
De ese modo, mediante encuentros directos, Śrī Caitanya Mahāprabhu liberó a los tres mundos. Algunas personas, sin embargo, estaban enredadas en actividades materiales y no pudieron ir.
Text 13:
Como los habitantes de algunas regiones del universo no habían podido verle, Śrī Caitanya Mahāprabhu, para liberarles, entró personalmente en el cuerpo de algunos devotos puros.
Text 14:
De ese modo dotó de poder a ciertos seres vivientes [Sus devotos puros], manifestando en ellos Su propia devoción, de tal manera que, con sólo verles, la gente de todos los demás países se volvían devotos.
Text 15:
De ese modo, Śrī Caitanya Mahāprabhu liberó los tres mundos en su totalidad, no sólo con Su presencia en persona, sino también dotando de poder a otros. Explicaré brevemente cómo dotó de poder a un ser viviente en Bengala.
Text 16:
En Āmbuyā-muluka vivía una persona llamada Nakula Brahmacārī, que era un devoto perfectamente puro, muy avanzado en el servicio devocional.
Text 17:
Deseando liberar a todos los habitantes de Bengala, Śrī Caitanya Mahāprabhu entró en el corazón de Nakula Brahmacārī.
Text 18:
A partir de entonces, Nakula Brahmacārī era como un poseído por un fantasma. A veces reía, a veces lloraba, a veces danzaba y a veces cantaba como un loco.
Text 19:
Manifestaba continuamente transformaciones corporales de amor trascendental. De ese modo lloraba, temblaba, quedaba aturdido, sudaba, danzaba lleno de amor por Dios y emitía sonidos como los de las nubes.
Text 20:
Su cuerpo brillaba con el lustre de Śrī Caitanya Mahāprabhu, y mostraba Su misma absorción en el amor extático por Dios. La gente venía de todas las provincias de Bengala para ver esas manifestaciones.
Text 21:
A todo el que se cruzaba con él, le aconsejaba que cantase los santos nombres Hare Kṛṣṇa. De ese modo, al verle, la gente se sentía sobrecogida de amor por Dios.
Text 22:
Śivānanda Sena oyó decir que Śrī Caitanya Mahāprabhu había entrado en el cuerpo de Nakula Brahmacārī; entonces, con dudas en la mente, fue a verle.
Text 23:
Deseando comprobar la autenticidad de Nakula Brahmacārī, esperó fuera, pensando lo siguiente.
Texts 24-25:
«Si Nakula Brahmacārī me llama personalmente y sabe cuál es el mantra que yo adoro, entenderé que ha sido inspirado por la presencia de Śrī Caitanya Mahāprabhu.» Pensando de ese modo, esperó a una cierta distancia.
Text 26:
Había una gran multitud, unos yendo y otros viniendo. En verdad, la multitud era tan grande que algunos ni siquiera podían ver a Nakula Brahmacārī.
Text 27:
En su estado de inspiración, Nakula Brahmacārī dijo: «Śivānanda Sena está esperando cerca de aquí. Dos o cuatro de vosotros id a llamarle».
Text 28:
Unas personas empezaron entonces a correr en todas las direcciones, gritando: «¡Śivānanda! ¡Quien sea Śivānanda, que venga, por favor! ¡Nakula Brahmacārī te llama!».
Text 29:
Al escuchar esas llamadas, Śivānanda Sena acudió rápidamente, ofreció reverencias a Nakula Brahmacārī, y se sentó cerca de él.
Text 30:
Nakula Brahmacārī dijo: «Sé que tienes dudas. Ahora escucha con gran atención esta demostración.
Text 31:
«Tú cantas el Gaura-gopāla mantra, formado por cuatro sílabas. Ahora, por favor, abandona las dudas que han morado en ti.»
Text 32:
A partir de entonces, en la mente de Śivānanda Sena hubo la absoluta confianza de que Nakula Brahmacārī estaba lleno de la presencia de Śrī Caitanya Mahāprabhu. Śivānanda Sena le ofreció entonces respeto y servicio devocional.
Text 33:
De ese modo debemos entender las inconcebibles potencias de Śrī Caitanya Mahāprabhu. Ahora, por favor, escuchad cómo se produce Su aparición [āvirbhāva].
Texts 34-35:
Śrī Caitanya Mahāprabhu Se aparecía siempre en cuatro lugares: en el templo de la casa de madre Śacī, en el lugar donde danzaba Śrī Nityānanda Prabhu, en casa de Śrīvāsa Paṇḍita durante el canto en congregación, y en casa de Rāghava Paṇḍita. Se aparecía debido a la atracción que sentía por el amor de Sus devotos. Ésa es Su característica natural.
Text 36:
Śrī Caitanya Mahāprabhu Se apareció a Nṛsiṁhānanda Brahmacārī y comió sus ofrendas. Por favor, escuchad acerca de esto con atención.
Text 37:
Śivānanda Sena tenía un sobrino llamado Śrīkānta Sena, que, por la gracia de Śrī Caitanya Mahāprabhu, era sumamente afortunado.
Text 38:
Un año, Śrīkānta Sena fue solo a Jagannātha Purī con un intenso deseo de ver al Señor.
Text 39:
Al ver a Śrīkānta Sena, Śrī Caitanya Mahāprabhu le otorgó Su misericordia sin causa. Śrīkānta Sena pasó casi dos meses junto a Śrī Caitanya Mahāprabhu en Jagannātha Purī.
Text 40:
Cuando estaba a punto de regresar a Bengala, el Señor le dijo: «Prohibe a los devotos de Bengala venir a Jagannātha Purī este año.
Text 41:
«Este año iré Yo personalmente a Bengala y veré allí a todos los devotos, comenzando por Advaita Ācārya.
Text 42:
«Por favor, informa a Śivānanda Sena de que, en el mes de pauṣa (diciembre-enero), ciertamente iré a su casa.
Text 43:
«Jagadānanda está allí, y Me hará ofrendas de comida. Di a todos que nadie debe venir a Jagannātha Purī este año.»
Text 44:
Cuando Śrīkānta Sena regresó a Bengala y comunicó el mensaje, todos los devotos se sintieron muy complacidos.
Text 45:
Advaita Ācārya estaba a punto de partir hacia Jagannātha Purī con los demás devotos, pero, al escuchar el mensaje, esperó. Śivānanda Sena y Jagadānanda también se quedaron, esperando la llegada de Śrī Caitanya Mahāprabhu.
Text 46:
Cuando llegó el mes de pauṣa, Jagadānanda y Śivānanda reunieron toda clase de artículos para recibir al Señor. Cada día esperaban hasta el anochecer la llegada del Señor.
Text 47:
Pero cuando pasó el mes y Śrī Caitanya Mahāprabhu no había venido, Jagadānanda y Śivānanda Sena se sintieron muy desdichados.
Texts 48-49:
De improviso llegó Nṛsiṁhānanda, y Jagadānanda y Śivānanda le ofrecieron un asiento a su lado. Al verles tan tristes, Nṛsiṁhānanda preguntó: «¿Por qué os veo tan desalentados?».
Text 50:
Śivānanda Sena le dijo entonces: «Śrī Caitanya Mahāprabhu prometió que vendría. ¿Por qué no ha venido entonces? ».
Text 51:
Al escuchar esto, Nṛsiṁhānanda Brahmacārī contestó: «Por favor, estad tranquilos. Os aseguro que dentro de tres días Le traeré aquí».
Text 52:
Śivānanda y Jagadānanda sabían de la influencia y el amor por Dios de Nṛsiṁhānanda Brahmacārī. Por esa razón, quedaron convencidos de que él, ciertamente, traería a Śrī Caitanya Mahāprabhu.
Text 53:
Su verdadero nombre era Pradyumna Brahmacārī. El nombre de Nṛsiṁhānanda se lo había dado personalmente el Señor Gaurasundara.
Text 54:
Tras pasar dos días meditando, Nṛsiṁhānanda Brahmacārī dijo a Śivānanda Sena: «Ya he traído a Śrī Caitanya Mahāprabhu hasta la aldea de Pāṇihāṭi.
Text 55:
«Mañana al mediodía vendrá a tu casa. Por favor, trae toda clase de ingredientes para cocinar. Yo personalmente cocinaré y Le ofreceré la comida.
Text 56:
«De ese modo, Le traeré aquí muy pronto. Ten la seguridad de que te estoy diciendo la verdad. No tengas duda.
Text 57:
«Date prisa en traer todos los ingredientes, pues quiero empezar a cocinar inmediatamente. Por favor, haz lo que digo.»
Text 58:
Nṛsiṁhānanda Brahmacārī dijo a Śivānanda: «Por favor, tráeme los ingredientes que quiero para cocinar». De ese modo, Śivānanda Sena le llevó inmediatamente todo lo que pidió.
Text 59:
Nṛsiṁhānanda Brahmacārī comenzó por la mañana temprano y cocinó toda clase de platos. Entre otras preparaciones, había verduras, pasteles y arroz dulce.
Text 60:
Cuando terminó de cocinar, trajo platos distintos para Jagannātha y para Śrī Caitanya Mahāprabhu.
Text 61:
También ofreció platos separados para Nṛsiṁhadeva, su Deidad venerable. De ese modo, dividió toda la comida en tres partes. Después, fuera del templo, se sentó a meditar en el Señor.
Text 62:
En su meditación, vio a Śrī Caitanya Mahāprabhu que venía rápidamente, Se sentaba y Se comía las tres ofrendas, sin dejar remanentes.
Text 63:
Al ver que Caitanya Mahāprabhu Se lo estaba comiendo todo, Pradyumna Brahmacārī estaba sobrecogido de éxtasis trascendental. Las lágrimas brotaban de sus ojos. Sin embargo, se mostró consternado, diciendo: «¡Ay de mí!, ¡ay de mí!, mi querido Señor, ¿qué estás haciendo? ¡Te estás acabando la comida de todos!
Text 64:
«Mi querido Señor, Tú eres uno con Jagannātha; por lo tanto, no tengo objeción a que Te comas Su ofrenda. Pero, ¿por qué tocas la ofrenda del Señor Nṛsiṁhadeva?
Text 65:
«Creo que Nṛsiṁhadeva no pudo comer nada hoy, y por lo tanto, está ayunando. Si el amo ayuna, ¿cómo puede vivir el sirviente?»
Text 66:
Al ver que Śrī Caitanya Mahāprabhu Se lo comía todo, Nṛsiṁha Brahmacārī sentía el corazón lleno de júbilo, pero, pensando en el Señor Nṛsiṁhadeva, se mostró disgustado externamente.
Text 67:
Śrī Caitanya Mahāprabhu es la Suprema Personalidad de Dios mismo. Por lo tanto, no hay diferencia entre Él, el Señor Jagannātha y el Señor Nṛsiṁhadeva.
Text 68:
Pradyumna Brahmacārī tenía un profundo deseo de entender este hecho. Por esa razón, Śrī Caitanya Mahāprabhu se lo reveló mediante una demostración práctica.
Text 69:
Tras comer todas las ofrendas, Śrī Caitanya Mahāprabhu partió hacia Pāṇihāṭi. Allí, en casa de Rāghava, Se sintió muy satisfecho de ver los diversos tipos de verduras y hortalizas que habían cocinado.
Text 70:
Śivānanda dijo a Nṛsiṁhānanda: «Te veo desalentado. ¿A qué se debe?».
Text 71:
«Él solo Se ha comido las ofrendas de las tres Deidades. Debido a ello, Jagannātha y Nṛsiṁhadeva han quedado en ayunas.»
Text 72:
Al escuchar esas palabras, Śivānanda Sena no sabía bien si Nṛsiṁhānanda Brahmacārī hablaba de ese modo debido al amor extático o porque ésa era la realidad.
Text 73:
Ante la perplejidad de Śivānanda Sena, Nṛsiṁhānanda Brahmacārī le dijo: «Trae más alimentos. Voy a cocinar de nuevo para el Señor Nṛsiṁhadeva».
Text 74:
Śivānanda Sena trajo de nuevo los ingredientes para cocinar, y Pradyumna Brahmacārī volvió a cocinar y ofreció la comida a Nṛsiṁhadeva.
Text 75:
Al año siguiente, Śivānanda fue a Jagannātha Purī con todos los demás devotos a ver los pies de loto de Śrī Caitanya Mahāprabhu.
Text 76:
Un día, en presencia de todos los devotos, el Señor Se puso a hablar de estos episodios en relación con Nṛsiṁhānanda Brahmacārī y alabó sus cualidades trascendentales.
Text 77:
El Señor dijo: «El año pasado, en el mes de pauṣa, Nṛsiṁhānanda Me dio a comer toda clase de dulces y guisos de hortalizas; eran unas preparaciones tan buenas como ninguna que Yo hubiese probado antes».
Text 78:
Al escuchar esto, todos los devotos quedaron asombrados, y Śivānanda vio así confirmada la realidad de lo ocurrido.
Text 79:
De ese modo, Śrī Caitanya Mahāprabhu solía comer todos los días en el templo de Śacīmātā, y también visitaba la casa de Śrīvāsa Ṭhākura cuando se hacía kīrtana.
Text 80:
De forma similar, estaba presente siempre que danzaba Nityānanda Prabhu, y Se aparecía de forma regular en casa de Rāghava.
Text 81:
Grande es la influencia que el amor de Sus devotos tiene en el Señor Gaurasundara. Por eso, allí donde hay devoción pura por el Señor, el Señor aparece personalmente, sometido a ese amor, y Sus devotos Le ven.
Text 82:
Por la influencia del amor de Śivānanda Sena, Śrī Caitanya Mahāprabhu fue allí una y otra vez. ¿Quién podrá calcular los límites de su amor?
Text 83:
De este modo he explicado la aparición de Śrī Caitanya Mahāprabhu. Todo el que escucha acerca de estos hechos puede entender la opulencia trascendental del Señor.
Text 84:
En Jagannātha Purī, gozando de la compañía de Śrī Caitanya Mahāprabhu, vivía Bhagavān Ācārya, que era ciertamente un caballero, un sabio erudito y un gran devoto.
Text 85:
Estaba completamente absorto en pensamientos de relación fraternal con Dios. Como era la encarnación de un pastorcillo de vacas, sus tratos con Svarūpa Dāmodara Gosvāmī eran muy amistosos.
Text 86:
Él buscó el refugio de los pies de loto de Śrī Caitanya Mahāprabhu con plena entrega. A veces invitaba al Señor a comer a su casa.
Text 87:
Bhagavān Ācārya cocinaba en casa gran variedad de platos de arroz y hortalizas, y llevaba a comer solamente al Señor.
Text 88:
El padre de Bhagavān Ācārya, que se llamaba Śatānanda Khān, era un experto estadista, mientras que Bhagavān Ācārya no sentía el menor interés por la administración del estado. En verdad, prácticamente se hallaba en la orden de vida de renuncia.
Text 89:
El hermano de Bhagavān Ācārya, que se llamaba Gopāla Bhaṭṭācārya, había estado estudiando la filosofía vedānta en Benarés, y había regresado a casa de Bhagavān Ācārya.
Text 90:
Bhagavān Ācārya llevó a su hermano a ver a Śrī Caitanya Mahāprabhu, pero el Señor, sabiendo que Gopāla Bhaṭṭācārya era un filósofo māyāvādī, no Se sintió muy feliz con el encuentro.
Text 91:
Śrī Caitanya Mahāprabhu no Se siente nada feliz de recibir a quienes no son devotos puros de Kṛṣṇa. Siendo Gopāla Bhaṭṭācārya un erudito māyāvādī, el Señor no sentía ninguna alegría de verle. Pese a todo, y como Gopāla Bhaṭṭācārya era familiar de Bhagavān Ācārya, Śrī Caitanya Mahāprabhu fingió estar complacido de verle.
Text 92:
Bhagavān Ācārya dijo a Svarūpa Dāmodara: «Mi hermano menor, Gopāla, ha regresado a casa tras concluir sus estudios de filosofía vedānta».
Text 93:
Bhagavān Ācārya pidió a Svarūpa Dāmodara Gosvāmī que escuchase a Gopāla comentar el Vedānta, pero Svarūpa Dāmodara, con cierta irritación debida al amor, dijo lo siguiente.
Text 94:
«Por relacionarte con Gopāla, has perdido la inteligencia, y por eso estás deseoso de escuchar la filosofía māyāvāda.
Text 95:
«El vaiṣṇava que escucha el Śārīraka-bhāṣya, el comentario māyāvāda del Vedānta-sūtra, abandona la actitud consciente de Kṛṣṇa de que el Señor es el amo y la entidad viviente Su sirviente. En lugar de ello, se considera a sí mismo el Señor Supremo.
Text 96:
«La filosofía māyāvāda juega con las palabras de tal manera que, al leer el comentario māyāvāda del Vedānta-sūtra, hasta un devoto muy elevado que haya aceptado a Kṛṣṇa como su vida misma cambia de parecer.»
Text 97:
A pesar de la protesta de Svarūpa Dāmodara, Bhagavān Ācārya continuó: «Todos nosotros estamos firmemente establecidos a los pies de loto de Kṛṣṇa de todo corazón. Por lo tanto, el Śārīraka-bhāṣya no puede cambiar nuestra mente».
Text 98:
Svarūpa Dāmodara contestó: «Aun así, cuando escuchamos la filosofía māyāvāda, escuchamos que Brahman es conocimiento y que el universo de māyā es falso, pero no obtenemos ninguna comprensión espiritual.
Text 99:
«El filósofo māyāvādī trata de establecer que la entidad viviente es un producto de la imaginación, y que la Suprema Personalidad de Dios Se halla bajo la influencia de māyā. Al escuchar esa clase de comentario, al devoto se le rompen el corazón y la vida.»
Text 100:
De ese modo, Bhagavān Ācārya, muy avergonzado y con temor, guardó silencio. Al día siguiente pidió a Gopāla Bhaṭṭācārya que regresase a su distrito de procedencia.
Text 101:
Un día, Bhagavān Ācārya invitó a Śrī Caitanya Mahāprabhu a almorzar a su casa. Para ello, estaba preparando arroz y varios tipos de platos de hortalizas.
Text 102:
Un devoto llamado Choṭa Haridāsa solía cantar para Śrī Caitanya Mahāprabhu. Bhagavān Ācārya le llamó a su casa y le dijo lo siguiente.
Text 103:
«Por favor, ve a casa de la hermana de Śikhi Māhiti. Pídele, de parte mía, una māna de arroz blanco, y tráemelo.»
Text 104:
La hermana de Śikhi Māhiti se llamaba Mādhavī-devī. Era una señora mayor siempre ocupada en austeridades. Era muy avanzada en el servicio devocional.
Text 105:
Śrī Caitanya Mahāprabhu afirmaba que, en el pasado, había sido una compañera de Śrīmatī Rādhārāṇī. En todo el mundo, tres personas y media eran devotos íntimos de Śrī Caitanya Mahāprabhu.
Text 106:
Las tres personas eran Svarūpa Dāmodara Gosvāmī, Rāmānanda Rāya y Śikhi Māhiti, y la otra media persona era la hermana de Śikhi Māhiti.
Text 107:
Haridāsa el Menor, después de pedirle el arroz, se lo llevó a Bhagavān Ācārya, quien, al ver su buena calidad, se sintió muy complacido.
Text 108:
Con gran afecto, Bhagavān Ācārya cocinó diversos tipos de verduras y otras preparaciones caras a Śrī Caitanya Mahāprabhu. También se procuró remanentes de la comida del Señor Jagannātha y, para ayudar en la digestión, jengibre molido y lima con sal.
Text 109:
Al mediodía, Śrī Caitanya Mahāprabhu vino a comer las ofrendas de Bhagavān Ācārya. Apreciando, en primer lugar, la excelente calidad del arroz, hizo la siguiente pregunta.
Text 110:
«¿Dónde has conseguido este arroz tan bueno?», preguntó el Señor.
Text 111:
Cuando Śrī Caitanya Mahāprabhu preguntó quién se había encargado de pedir y traer el arroz, Bhagavān Ācārya mencionó el nombre de Haridāsa el Menor.
Text 112:
Alabando la calidad del arroz, Śrī Caitanya Mahāprabhu tomó prasādam. Después, cuando regresó a Su morada, dio la siguiente orden a Govinda, Su asistente personal.
Text 113:
«A partir de hoy, no permitas venir aquí a Chotā Haridāsa.»
Text 114:
Cuando le dijeron que tenía prohibido acercarse a Śrī Caitanya Mahāprabhu, Haridāsa el Menor se sintió muy triste. Nadie entendía la razón de aquella orden.
Text 115:
Haridāsa ayunó tres días seguidos. Entonces, Svarūpa Dāmodara Gosvāmī y otros devotos íntimos fueron a ver a Śrī Caitanya Mahāprabhu para preguntarle.
Text 116:
«¿Qué gran ofensa ha cometido Haridāsa el Menor? ¿Por qué le has prohibido venir a Tu puerta? Ya lleva tres días ayunando.»
Text 117:
El Señor contestó: «No puedo tolerar ver la cara de una persona que, pese a haber aceptado la orden de vida de renuncia, habla íntimamente con una mujer.
Text 118:
«Los sentidos se fijan con tanta fuerza a los objetos de su disfrute que, en verdad, una estatua de madera con forma de mujer atrae la mente hasta de una gran persona santa.
Text 119:
»“Un hombre nunca debe sentarse muy cerca de una mujer, aunque sea su madre, su hermana o su hija, pues los sentidos son tan fuertes que pueden atraer incluso a una persona avanzada en conocimiento.”
Text 120:
«Hay muchas personas que no poseen casi nada y que adoptan la orden de vida de renuncia como los monos. Van de un lado a otro dedicándose a complacer los sentidos y hablando íntimamente con mujeres.»
Text 121:
Después de decir esto, Śrī Caitanya Mahāprabhu entró en Su habitación. Al verle tan enfadado, todos los devotos guardaron silencio.
Text 122:
Al día siguiente, los devotos fueron todos juntos a ver a Śrī Caitanya Mahāprabhu para presentar a Sus pies de loto una súplica en favor de Haridāsa el Menor.
Text 123:
«La ofensa de Haridāsa es pequeña —dijeron—. Por lo tanto, ¡oh, Señor!, Te rogamos que seas misericordioso con él. Ya ha recibido suficiente lección. En el futuro, no volverá a caer en esa ofensa.»
Text 124:
Śrī Caitanya Mahāprabhu dijo: «Mi mente no está bajo mi control. A ella no le gusta ver que una persona en la orden de vida de renuncia habla íntimamente con mujeres.
Text 125:
«Andad a ocuparos de vuestros asuntos y olvidaos de esta conversación inútil. Si volvéis a hablarme de ese modo, Me iré, y no Me veréis más aquí.»
Text 126:
Al escuchar esto, todos los devotos se taparon los oídos con las manos, se levantaron y fueron a cumplir con sus respectivos deberes.
Text 127:
Śrī Caitanya Mahāprabhu también salió para cumplir con Sus deberes del mediodía. Nadie podía entender Sus pasatiempos.
Text 128:
Al día siguiente, todos los devotos fueron a ver a Śrī Paramānanda Purī y le pidieron que calmase al Señor.
Text 129:
Paramānanda Purī fue entonces, solo, a la morada de Śrī Caitanya Mahāprabhu. El Señor, tras ofrecerle reverencias, le invitó, con gran respeto, a sentarse a Su lado.
Text 130:
El Señor preguntó: «¿Qué Me ordenas? Dime qué te trae por aquí». Paramānanda Purī entonces presentó al Señor una súplica pidiéndole que mostrase Su gracia a Haridāsa el Menor.
Text 131:
Al escuchar aquel ruego, Śrī Caitanya Mahāprabhu contestó: «Mi querido señor, escúchame, por favor. Es mejor que te quedes aquí con todos los vaiṣṇavas.
Text 132:
«Por favor, dame permiso para ir a Ālālanātha. Viviré allí Yo solo; únicamente Govinda vendrá conmigo.»
Text 133:
Dicho esto, el Señor llamó a Govinda. Tras ofrecer reverencias a Paramānanda Purī, Se levantó dispuesto a marcharse.
Text 134:
Sin perder un instante, Paramānanda Purī Gosāñi fue ante Él y, con gran humildad, Le convenció de que tomase asiento en Su habitación.
Text 135:
Paramānanda Purī dijo: «Mi querido Señor Caitanya, Tú eres la independiente Personalidad de Dios. Puedes hacer lo que quieras. ¿Quién puede imponerte algo?
Text 136:
«Todas Tus actividades son para el bien de la gente. Nosotros no podemos entenderlas, pues Tus intenciones son profundas y graves.»
Text 137:
Con estas palabras, Paramānanda Purī Gosāñi se marchó a su casa. Entonces, todos los devotos fueron a ver a Haridāsa el Menor.
Text 138:
Svarūpa Dāmodara Gosāñi dijo: «Por favor, Haridāsa, escúchanos, pues todos te queremos bien. Por favor, cree en lo que te decimos.
Text 139:
«Ahora mismo, Śrī Caitanya Mahāprabhu persiste en Su enfado porque es la Suprema Personalidad de Dios independiente. Sin embargo, es seguro que en determinado momento será misericordioso, pues Su corazón está lleno de bondad.
Text 140:
«El Señor persiste, y, si tú continúas insistiendo, Su persistencia aumentará. Es mejor que te bañes y tomes prasādam. A su debido tiempo, Su ira se calmará por sí sola.
Text 141:
Con estas palabras, Svarūpara Dāmodara Gosvāmī animó a Haridāsa a que se bañara y tomara prasādam. Cuando le hubo tranquilizado, regresó a su casa.
Text 142:
Cuando Śrī Caitanya Mahāprabhu iba a ver al Señor Jagannātha al templo, Haridāsa Le veía desde lejos, sin acercarse.
Text 143:
Śrī Caitanya Mahāprabhu es el océano de misericordia. ¿Quién puede entenderle? Cuando castiga a Sus queridos devotos, ciertamente lo hace para restablecer los principios de la religión o del deber.
Text 144:
Este ejemplo suscitó en todos los devotos una mentalidad de temor, de modo que dejaron de hablar con mujeres incluso en sueños.
Text 145:
Haridāsa el Menor pasó de ese modo un año entero. Sin embargo, Śrī Caitanya Mahāprabhu no mostró el menor signo de misericordia hacia él.
Text 146:
Así, al final de una noche, tras ofrecer respetuosas reverencias a Śrī Caitanya Mahāprabhu, Haridāsa el Menor partió hacia Prayāga sin decir nada a nadie.
Text 147:
Haridāsa el Menor había tomado la decisión definitiva de obtener el refugio de los pies de loto de Śrī Caitanya Mahāprabhu. Para ello entró en las profundas aguas de la Triveṇī, la confluencia del Ganges y el Yamunā en Prayāga, y de ese modo abandonó su vida.
Text 148:
Inmediatamente después de cometer suicidio de ese modo, fue a ver a Śrī Caitanya Mahāprabhu en su cuerpo espiritual y recibió la misericordia del Señor. Sin embargo, permanecía invisible.
Text 149:
En un cuerpo espiritual semejante al de un gandharva, Haridāsa el Menor, aunque no era visible, cantaba por la noche para que Śrī Caitanya Mahāprabhu le escuchase. Sin embargo, nadie más que el Señor lo sabía.
Text 150:
Un día, Śrī Caitanya Mahāprabhu preguntó a los devotos: «¿Dónde está Haridāsa? Ahora podéis traerle aquí».
Text 151:
Los devotos contestaron: «Una noche, al cabo de un año completo, Haridāsa el Menor se levantó y se marchó. Nadie sabe dónde ha ido».
Text 152:
Mientras escuchaba los lamentos de los devotos, Śrī Caitanya Mahāprabhu sonreía dulcemente. Todos los devotos estaban muy asombrados.
Texts 153-154:
Un día, Jagadānanda, Svarūpa, Govinda, Kāśīśvara, Śaṅkara, Dāmodara y Mukunda fueron a bañarse al mar. Entonces escucharon a Haridāsa cantando desde un lugar lejano como si les llamase con su voz original.
Text 155:
Nadie podía verle, pero le escuchaban cantar con una voz muy dulce. Todos los devotos, comenzando con Govinda, hicieron la siguiente conjetura.
Text 156:
Haridāsa debe de haberse suicidado bebiendo veneno; por ese acto pecaminoso, ahora se ha convertido en un fantasma brāhmaṇa.
Text 157:
«No podemos ver su forma material —dijeron—, pero aun así escuchamos su dulce canto. Por lo tanto, debe de haberse convertido en un fantasma».
Text 158:
«Haridāsa el Menor cantó el mantra Hare Kṛṣṇa durante toda su vida y sirvió al Señor Supremo Śrī Caitanya Mahāprabhu. Además, Le es muy querido al Señor y ha muerto en un lugar sagrado.
Text 159:
«Haridāsa no puede haberse degradado; debe de haber alcanzado la liberación. Es un pasatiempo de Śrī Caitanya Mahāprabhu. Más adelante lo entenderéis.»
Text 160:
Un devoto regresó a Navadvīpa procedente de Prayāga y contó a todos los detalles del suicidio de Haridāsa el Menor.
Text 161:
Explicó que, después de tomar la decisión, Haridāsa el Menor había entrado en las aguas de la confluencia del Yamunā y el Ganges. Al escuchar esos detalles, Śrīvāsa Ṭhākura y los demás devotos se sorprendieron mucho.
Text 162:
A fin de año, Śivānanda Sena fue a Jagannātha Purī, como de costumbre, acompañado por los demás devotos. Llenos de felicidad, fueron a ver a Śrī Caitanya Mahāprabhu.
Text 163:
Cuando Śrīvāsa Ṭhākura preguntó a Śrī Caitanya Mahāprabhu: «¿Dónde está Haridāsa el Menor?», el Señor contestó: «Es seguro que toda persona obtiene los resultados de sus actividades fruitivas».
Text 164:
Śrīvāsa Ṭhākura explicó entonces los detalles de la decisión de Haridāsa y de su entrada en las aguas de la confluencia del Ganges y el Yamunā.
Text 165:
Cuando Śrī Caitanya Mahāprabhu escuchó esos detalles, sonrió con actitud complacida y dijo: «Ése es el único proceso de expiación para quien mira a las mujeres con intenciones sensuales».
Text 166:
Entonces, Svarūpa Dāmodara Gosvāmī y los demás devotos llegaron a la conclusión de que Haridāsa, por haberse suicidado en la confluencia de los ríos Ganges y Yamunā, finalmente debía de haber alcanzado el refugio de los pies de loto de Śrī Caitanya Mahāprabhu.
Text 167:
De ese modo, Śrī Caitanya Mahāprabhu, el hijo de madre Śacī, lleva a cabo Sus pasatiempos, que satisfacen enormemente el oído y la mente de los devotos puros que los escuchan.
Text 168:
Este episodio manifiesta la misericordia de Śrī Caitanya Mahāprabhu, Su enseñanza de que los sannyāsīs deben permanecer en la orden de vida de renuncia, y el profundo apego que sentían por Él Sus devotos fieles.
Text 169:
También pone de manifiesto las glorias de los lugares sagrados y muestra cómo acepta el Señor a Su devoto fiel. De ese modo, con un solo pasatiempo, el Señor cumplió cinco o siete objetivos.
Text 170:
Los pasatiempos de Śrī Caitanya Mahāprabhu son como el néctar, y son profundos como el océano. La gente común no puede entenderlos, pero el devoto sobrio sí puede.
Text 171:
Por favor, escucha los pasatiempos de Śrī Caitanya Mahāprabhu con fe y confianza. No argumentes, pues con argumentos obtendrás el resultado contrario.
Text 172:
Orando a los pies de loto de Śrī Rūpa y Śrī Raghunātha, siempre deseando su misericordia, yo, Kṛṣṇadāsa, narro el Śrī Caitanya-caritāmṛta siguiendo sus pasos.