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CC Antya-līlā 4.194

Texto

martyo yadā tyakta-samasta-karmā
niveditātmā vicikīrṣito me
tadāmṛtatvaṁ pratipadyamāno
mayātma-bhūyāya ca kalpate vai

Palabra por palabra

martyaḥ — la entidad viviente sujeta al nacimiento y a la muerte; yadā — en cuanto; tyakta — abandonadas; samasta — todas; karmā — las actividades fruitivas; nivedita-ātmā — un alma plenamente entregada; vicikīrṣitaḥ — que se ha deseado que actúe; me — por Mí; tadā — en ese momento; amṛtatvam — inmortalidad; pratipadyamānaḥ — alcanzar; mayā — conmigo; ātma-bhūyāya — para ser de una naturaleza semejante; ca — también; kalpate — se capacita; vai — ciertamente.

Traducción

«“La entidad viviente que está sujeta al nacimiento y la muerte alcanza la inmortalidad cuando abandona todas las actividades materiales, dedica su vida a cumplir Mi orden, y actúa conforme a Mis directrices. De ese modo se capacita para disfrutar de la bienaventuranza espiritual que se deriva del intercambio de melosidades amorosas conmigo”.

Significado

Esta cita pertenece al Śrīmad-Bhāgavatam (11.29.34). En el momento de la iniciación, el devoto abandona todos sus conceptos materiales. Por eso, al estar en contacto con la Suprema Personalidad de Dios, está situado en el plano trascendental. Habiendo así alcanzado el conocimiento y el plano trascendental, se ocupa siempre en el servicio del cuerpo espiritual de Kṛṣṇa. Cuando, de ese modo, se libera de todo vínculo material, su cuerpo se vuelve inmediatamente espiritual, y Kṛṣṇa acepta su servicio. Kṛṣṇa, sin embargo, no acepta nada de la persona dominada por el concepto material de la vida. El devoto que se libera definitivamente de los deseos de complacencia sensorial se ocupa en el servicio del Señor con su identidad espiritual, pues su conciencia espiritual latente despierta. Ese despertar de la conciencia espiritual hace su cuerpo espiritual, y de ese modo adquiere la aptitud para ofrecer servicio al Señor. Aunque los karmīs puedan considerarlo material, el cuerpo del devoto, en realidad, no lo es, pues el devoto está libre del concepto de disfrute material. Quien piensa que el cuerpo del devoto puro es material, es un ofensor, pues comete vaiṣṇava-aparādha. En relación con esto, debe consultarse el Bṛhad-bhāgavatāmṛta (1.3.45 y 2.3.139), de Sanātana Gosvāmī.