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CC Madhya-līlā 19.160

Texto

seka-jala pāñā upaśākhā bāḍi’ yāya
stabdha hañā mūla-śākhā bāḍite nā pāya

Palabra por palabra

seka-jala — agua de riego; pāñā — al obtener; upaśākhā — las enredaderas indeseables; bāḍi’ yāya — crecen exuberantes; stabdha hañā — quedando detenida; mūla-śākhā — la enredadera principal; bāḍite — aumentar; pāya — no puede.

Traducción

«Si no se distingue entre la enredadera bhakti-latā y las demás enredaderas, el agua de riego se utiliza mal, pues nutre a las demás enredaderas a expensas de la planta bhakti-latā.

Significado

Si se canta el mantra Hare Kṛṣṇa cometiendo ofensas, crecerán las malas hierbas. No hay que aprovecharse del mantra Hare Kṛṣṇa para obtener beneficios materiales. Como se menciona en el Verso 159:

‘niṣiddhācāra’, ‘kuṭīnāṭī’, ‘jīva-hiṁsana’
‘lābha’, ‘pūjā’, ‘pratiṣṭhādi’ yata upaśākhā-gaṇa

Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura ha descrito esas malas hierbas, explicando que, quien escuche y cante sin tratar de evitar las ofensas, acabará apegado materialmente a la complacencia de los sentidos. También puede que desee liberarse del cautiverio material, como los māyāvādīs, o que se apegue a los yoga-siddhis y desee poderes yóguicos maravillosos. A quien está apegado a realizar actividades materiales maravillosas se le califica de siddhi-lobhī, «ávido de perfección material». También es posible caer víctima del comportamiento diplomático o engañoso, o relacionarse con mujeres en busca de vida sexual ilícita. O se puede hacer un espectáculo de servicio devocional, como los prākṛta-sahajiyās, o tratar de respaldar la propia filosofía uniéndose a alguna casta o identificándose con una determinada dinastía, y así arrogarse el monopolio del avance espiritual. Quien se respalde así en la tradición familiar puede actuar como seudo guru, un supuesto maestro espiritual. Es posible apegarse a las cuatro actividades pecaminosas —vida sexual ilícita, consumo de drogas y sustancias embriagantes, juegos de azar y comer carne—, o también es posible considerar que un vaiṣṇava pertenece a una casta o un credo mundano. Se puede pensar: «Ése es un vaiṣṇava hindú, y aquel un vaiṣṇava europeo. A los vaiṣṇavas europeos no se les permite la entrada en los templos». En otras palabras, es posible pensar en los vaiṣṇavas en función del nacimiento, y hacer consideraciones del tipo «vaiṣṇava brāhmaṇa», «vaiṣṇava śūdra», «vaiṣṇava mleccha», etc. También es posible hacer del canto del mahā-mantra o de la lectura del Śrīmad-Bhāgavatam una profesión o un negocio, o tratar de aumentar el propio poderío económico por medios ilegales. También se da el caso del vaiṣṇava barato que se retira a cantar a un lugar apartado en busca de adoración material. O es posible desear reputación mundana y hacer concesiones a los no devotos, comprometiendo la propia filosofía o la vida espiritual, o apoyar un sistema de castas hereditarias. Todo ello son trampas que nos tiende la complacencia personal de los sentidos. Para engañar a la gente inocente, aparentamos una vida espiritual avanzada y gozamos de fama de sādhusmahātmās o personas religiosas. Todo ello significa que el supuesto devoto ha caído víctima de todas esas malas hierbas y que la verdadera enredadera, la bhakti-latā, ha quedado atrofiada.