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CC Madhya-līlā 23.77

Texto

jīveṣv ete vasanto ’pi
bindu-bindutayā kvacit
paripūrṇatayā bhānti
tatraiva puruṣottame

Palabra por palabra

jīveṣu — en las entidades vivientes; ete — ésas; vasantaḥ — moran; api — aunque; bindu-bindutayā — con una cantidad muy diminuta; kvacit — a veces; paripūrṇatayā — en plenitud; bhānti — se manifiestan; tatra — en Él; eva — ciertamente; puruṣa-uttame — en la Suprema Personalidad de Dios.

Traducción

«“Esas cualidades se manifiestan a veces en forma muy diminuta en los seres vivos, pero en la Suprema Personalidad de Dios se manifiestan plenamente.”

Significado

Este verso aparece en el Bhakti-rasāmṛta-sindhu (2.3.10). Las entidades vivientes son partes integrales de la Suprema Personalidad de Dios. Como afirma el Señor Kṛṣṇa en la Bhagavad-gītā (15.7):

mamaivāṁśo jīva-lokejīva-bhūtaḥ sanātanaḥ
manaḥ-ṣaṣṭhānīndriyāṇi
prakṛti-sthāni karṣati

«Las entidades vivientes de este mundo condicionado son Mis partes fragmentarias eternas. Debido a la vida condicionada, sostienen una ardua lucha con los seis sentidos, entre los que se incluye la mente».

Las cualidades de Kṛṣṇa están en la entidad viviente en cantidades diminutas, atómicas. Una pepita de oro es, qué duda cabe, oro, pero no se puede equiparar a una mina de oro. De forma similar, las entidades vivientes tienen todas las características de la Suprema Personalidad de Dios en cantidad diminuta, pero la entidad viviente nunca es igual a la Suprema Personalidad de Dios. Por esa razón se define a Dios como Ser Supremo, y a la entidad viviente como jīva. Dios se describe como Ser Supremo, el principal de los seres vivos: eko bahūnāṁ yo vidadhāti kāmān. Los māyāvādīs sostienen que todos somos Dios, pero incluso si se acepta esa filosofía, nadie puede sostener que todos somos iguales al Dios Supremo en todos los aspectos. Sólo las personas poco inteligentes sostienen que todos somos iguales a Dios o que todos somos Dios.