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Śrīmad-bhāgavatam 1.17.39

Texto

punaś ca yācamānāya
jāta-rūpam adāt prabhuḥ
tato ’nṛtaṁ madaṁ kāmaṁ
rajo vairaṁ ca pañcamam

Palabra por palabra

punaḥ — de nuevo; ca — también; yācamānāya — al mendigo; jāta-rūpam — oro; adāt — dio; prabhuḥ — el rey; tataḥ — por lo cual; anṛtam — falsedad; madam — embriaguez; kāmam — lujuria; rajaḥ — debido a una actitud apasionada; vairam — enemistad; ca — también; pañcamam — el quinto.

Traducción

La personalidad de Kali pidió algo más y, por su súplica, el rey le dio permiso de vivir donde hubiera oro, porque dondequiera que haya oro, también hay falsedad, embriaguez, lujuria, envidia y enemistad.

Significado

Aunque Mahārāja Parīkṣit le dio permiso a Kali de vivir en cuatro lugares, a este le resultó muy difícil encontrarlos, porque durante el reinado de Mahārāja Parīkṣit esos lugares no existían. Por consiguiente, Kali le pidió al rey que le diera algo práctico que pudiera utilizar para sus nefastos propósitos. Mahārāja Parīkṣit le dio entonces permiso de vivir en un lugar en el que hubiera oro, pues dondequiera que haya oro habrá también todas las cuatro cosas anteriormente mencionadas, y además de todo ello habrá enemistad. Así que la personalidad de Kali comenzó a depender del oro. Según el Śrīmad-Bhāgavatam, el oro fomenta la falsedad, la embriaguez de todo tipo, la prostitución, la envidia y la enemistad. Incluso la moneda y el comercio basados en el patrón oro son malos. La moneda del sistema del patrón oro se basa en la falsedad, porque el dinero circulante no corresponde con las reservas de oro. El principio básico es la falsedad, porque se emiten billetes en cantidades mayores que las reservas de oro que representan. Esta inflación artificial de la moneda, inflación creada por las autoridades, fomenta la prostitución de la economía del Estado. El precio de los productos se infla artificialmente a causa del dinero malo, o moneda artificial. El dinero malo aleja al bueno. En vez de papel moneda, para el intercambio se deberían utilizar verdaderas monedas de oro, y eso evitaría la prostitución del oro. Los adornos de oro para las mujeres se pueden permitir bajo control, más no control de calidad, sino de cantidad. Esto no fomentará la lujuria, la envidia y la enemistad. Cuando haya verdadero oro circulando en la forma de monedas, cesará automáticamente la influencia del oro en lo referente a engendrar falsedad, prostitución, etc. En ese caso, no habrá ninguna necesidad de un ministerio contra la corrupción, para otro período de prostitución y falsas intenciones.