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CAPÍTULO 1

El advenimiento del Señor Kṛṣṇa: Introducción

A continuación presentamos el resumen del capítulo primero, donde se explica que Kaṁsa, aterrorizado por un oráculo que anunciaba su muerte a manos del octavo hijo de Devakī, mató, uno tras otro, a todos los hijos de Devakī.

Cuando Śukadeva Gosvāmī completó su relación de las dinastías de Yadu, del dios de la Luna y del dios del Sol, Mahārāja Parīkṣit le pidió que hablase del Señor Kṛṣṇa, que hizo Su advenimiento en la dinastía Yadu acompañado de Baladeva. También le preguntó acerca de las actividades de Kṛṣṇa en este mundo. Kṛṣṇa, dijo el rey, es trascendental, de modo que la comprensión de Sus actividades es la ocupación de las personas liberadas. El proceso de escuchar kṛṣṇa-līlā es el barco que nos permite alcanzar el objetivo supremo de la vida. Las personas inteligentes deben esforzarse por entender a Kṛṣṇa y las actividades de Kṛṣṇa, a menos que sean matarifes o lleven una vida orientada al suicidio.

Para los Pāṇḍavas, Kṛṣṇa era la única Deidad adorable. Cuando Mahārāja Parīkṣit estaba en el vientre de su madre, Uttarā, Kṛṣṇa le salvó del ataque delbrahma-śastra. Ahora Mahārāja Parīkṣit preguntaba cómo era posible que Su Señoría Baladeva, el hijo de Rohiṇī, hubiera aparecido en el vientre de Devakī. ¿Por qué razón —preguntó el rey Parīkṣit—, Se había trasladado Kṛṣṇa de Mathurā a Vṛndāvana, y cómo fue Su vida con Sus familiares? ¿Qué hizo Kṛṣṇa en Mathurā y en Vṛndāvana, y por qué mató a Kaṁsa, Su tío materno? ¿Cuántos años vivió en Dvārakā, y cuántas fueron Sus reinas? Además de hacer todas estas preguntas a Śukadeva Gosvāmī, Mahārāja Parīkṣit le rogó que hablase también de otras actividades de Kṛṣṇa de la cuales él no tenía noticia.

Cuando Śukadeva Gosvāmī comenzó a hablar acerca de temas conscientes de Kṛṣṇa, Mahārāja Parīkṣit olvidó por completo la fatiga del ayuno. Śukadeva Gosvāmī, lleno de entusiasmo por hablar de Kṛṣṇa, dijo: «El relato de las actividades de Kṛṣṇa es como las aguas del Ganges, que pueden purificar el universo entero. Tanto el orador, como el que pregunta y los que escuchan, todos se purifican».

Hubo un tiempo en que el mundo entero estaba abrumado por el poder militar de demonios en forma de reyes. Esa carga era cada vez mayor, y madre Tierra adoptó la forma de una vaca y acudió al Señor Brahmā en busca de alivio. Los lamentos de madre Tierra inspiraron la compasión de Brahmā, quien, acompañado por el Señor Śiva y otros semidioses, llevó a la madre Tierra en forma de vaca a la orilla del océano de leche, y allí ofreció oraciones para complacer al Señor Viṣṇu, que reposa en una isla de ese océano en estado de éxtasis trascendental. Brahmā entendió el consejo de Mahā-Viṣṇu, quien le indicó que Él mismo descendería a la superficie de la Tierra para aliviarla del peso de los demonios. También los semidioses y sus esposas deberían descender, emparentándose con el Señor Kṛṣṇa en la familia de Yadu y aumentando el número de hijos y nietos de esa dinastía. Por la voluntad del Señor Kṛṣṇa, Anantadeva descendería antes que Él en la forma de Balarāma; yoga-māyā, la potencia de Kṛṣṇa, Les acompañaría. Después de informar a madre Tierra de todo ello, Brahmā regresó a su propia morada.

El día de su casamiento, Vasudeva regresaba a su casa llevando a Devakī en una cuadriga conducida por Kaṁsa, el hermano de Devakī. De pronto se escuchó una voz profética que advertía a Kaṁsa que el octavo hijo de Devakī iba a matarle. Al escuchar el oráculo, Kaṁsa se dispuso a matar a Devakī allí mismo, pero Vasudeva supo instruirle con diplomacia. Vasudeva hizo hincapié en que no sería bueno para Kaṁsa matar a su hermana menor, y mucho menos en el día de su boda. Vasudeva le recordó que la muerte es segura para todo el que tiene un cuerpo material. Todas las entidades vivientes viven en un cuerpo durante un tiempo, para luego transmigrar a otro cuerpo. Lo malo es que caen en el error de pensar que el cuerpo es el alma. La persona que, confundida por ese erróneo concepto, quiere matar el cuerpo de otro, es un ser condenado e infernal.

Vasudeva, al ver que sus instrucciones no tranquilizaban a Kaṁsa, improvisó un plan, y prometió llevarle todos los hijos que naciesen de Devakī, para que él mismo los matase. De ese modo, ya no era necesario que matase a Devakī allí mismo. La oferta satisfizo a Kaṁsa. Pasó el tiempo, y cuando Devakī tuvo su primer hijo, Vasudeva llevó al recién nacido ante Kaṁsa, que se asombró del carácter magnánimo de Vasudeva. Cuando este le entregó el bebé, Kaṁsa, dando muestras de cierta inteligencia, dijo que no había razón para matar al primer hijo de Devakī, si el destinado a matarle era el octavo. Ante la desconfianza de Vasudeva, Kaṁsa le devolvió el bebé diciéndole que podía quedarse con él. Pero más tarde, después de que Nārada le revelase que los semidioses habían conspirado contra él y estaban naciendo en las dinastías Yadu y Vṛṣṇi, Kaṁsa decidió matar a todos los niños nacidos en esas familias, y, con ellos, también a todos los hijos que nacieran de Devakī. Así pues, detuvo y encerró en prisión a Devakī y Vasudeva, y mató, uno tras otro, a los seis hijos que tuvieron. Nārada había revelado también a Kaṁsa que en su vida anterior había sido el demonio Kālanemi, y que Viṣṇu le había matado. Por todo ello, Kaṁsa se convirtió en un enemigo terrible para todos los descendientes de la Yadu-vaṁśa, la dinastía Yadu. En su deseo de disfrutar él solo del reino, llegó hasta el extremo de arrestar y encerrar en prisión a su propio padre, Ugrasena.

Los pasatiempos de Kṛṣṇa son de tres tipos: Vraja-līlā, Mathurā-līlā y Dvārakā-līlā. Como ya se ha mencionado, el Canto Décimo del Śrīmad-Bhāgavatam consta de noventa capítulos, en los que se narran todos esos līlās. Los cuatro primero capítulos recogen las oraciones de Brahmā para aliviar a la Tierra de su carga, y narran también el advenimiento de la Suprema Personalidad de Dios. Los capítulos que van del cinco al treinta y nueve narran los pasatiempos de Kṛṣṇa en Vṛndāvana. El capítulo cuarenta presenta a Kṛṣṇa disfrutando en las aguas del Yamunā y recoge las oraciones de Akrūra. Los once capítulos que van del cuarenta y uno al cincuenta y uno hablan de los pasatiempos de Kṛṣṇa en Mathurā, y los treinta y nueve capítulos restantes, del cincuenta y dos hasta el noventa, narran los pasatiempos de Kṛṣṇa en Dvārakā.

La narración del rāsa-līlā, la danza de Kṛṣṇa con las gopīs, comienza en el capítulo veintinueve y termina en el treinta y tres. Esos cinco capítulos reciben por ello el nombre de rāsa-pañcādhyāya. El capítulo cuarenta y siete del Canto Décimo es conocido con el nombre de bhramara-gītā.

Text 1:
El rey Parīkṣit dijo: Mi querido señor, me has hablado con todo detalle de las dinastías del dios de la Luna y del dios del Sol, y del carácter excelso y maravilloso de sus reyes.
Text 2:
¡Oh, el mejor de los munis!, me has hablado también de los descendientes de Yadu, que eran muy piadosos y seguían estrictamente los principios de la religión. Ahora, si te parece bien, háblame, por favor, de las maravillosas actividades del Señor Viṣṇu, Kṛṣṇa, que advino en esa dinastía Yadu con Baladeva, Su expansión plenaria.
Text 3:
La Superalma, la Suprema Personalidad de Dios, Śrī Kṛṣṇa, que es la causa de la manifestación cósmica, hizo Su advenimiento en la dinastía de Yadu. Por favor, háblame con detalle de Su personalidad y de Sus gloriosas actividades, desde el principio hasta el fin de Su vida.
Text 4:
La glorificación de la Suprema Personalidad de Dios se lleva a cabo en el marco del sistema de paramparā; es decir, el maestro espiritual la transmite al discípulo. Quienes saborean esa glorificación son las personas que ya no sienten atracción por la glorificación falsa y temporal de la manifestación cósmica. Los relatos acerca del Señor son la medicina adecuada para las almas condicionadas que están sujetas al ciclo del nacimiento y la muerte. De no ser un carnicero o alguien que mata su propio ser, ¿quién dejaría de escuchar esa glorificación del Señor?
Texts 5-7:
A bordo de la nave de los pies de loto de Kṛṣṇa, mi abuelo Arjuna logró cruzar, con otros, el océano del campo de batalla de Kurukṣetra, donde generales como Bhīṣmadeva eran como grandes peces que podrían habérselos tragado sin ningún esfuerzo. Por la misericordia del Señor Kṛṣṇa, mis abuelos cruzaron ese océano, que era muy difícil de atravesar, como si pasasen sobre la huella de un ternero. Cuando mi madre se entregó a los pies de loto del Señor Kṛṣṇa, el Señor, empuñando el cakra Sudarśana, entró en su vientre y salvó mi cuerpo, el cuerpo del último descendiente que les quedaba a los Kurus y los Pāṇḍavas, y que estaba a punto de ser destruido por la abrasadora arma de Aśvatthāmā. El Señor Śrī Kṛṣṇa, que por Su propia potencia Se manifiesta en las formas del tiempo eterno —es decir, como Paramātmā y como virāṭ-rūpa— dentro y fuera de todos los seres vivos corporificados, dio a todos la liberación, bien en la forma de la muerte cruel, o bien en forma de vida. Por favor, ilumíname explicándome Sus trascendentales características.
Text 8:
Mi querido Śukadeva Gosvāmī, has explicado ya que Saṅkarṣaṇa, que pertenece a la segunda expansión cuádruple, advino en la forma de Balarāma, el hijo de Rohiṇī. Pero explícame, por favor, ¿cómo es posible que estuviese primero en el vientre de Devakī y después en el de Rohiṇī, si no fue trasladado de un cuerpo al otro?
Text 9:
¿Cuál fue la razón de que Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios, dejase la casa de Su padre, Vasudeva, y fuese a la casa de Nanda, en Vṛndāvana? ¿En qué parte de Vṛndāvana vivió con Sus familiares el Señor, el amo de la dinastía Yadu?
Text 10:
El Señor Kṛṣṇa vivió en Vṛndāvana y en Mathurā. ¿Qué hizo en esos lugares? ¿Por qué mató a Kaṁsa, el hermano de Su madre? Eso no se aprueba en absoluto en los śāstras.
Text 11:
Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios, no tiene cuerpo material, pero adviene en forma de ser humano. ¿Durante cuántos años vivió con los descendientes de Vṛṣṇi? ¿Con cuántas esposas Se casó, y por cuántos años vivió en Dvārakā?
Text 12:
¡Oh, gran sabio, que lo sabes todo acerca de Kṛṣṇa!, tengo plena fe y estoy muy deseoso de escuchar las actividades de Kṛṣṇa. Por favor, responde con todo detalle a mis preguntas y explícame también las cosas que no he sabido preguntar.
Text 13:
Debido al voto que he hecho en el umbral de la muerte, he dejado incluso de beber agua. Sin embargo, como estoy bebiendo el néctar de los temas de Kṛṣṇa, que fluye de la boca de loto de Tu Señoría, ni siquiera el hambre y la sed, que tan difíciles son de soportar, representan un obstáculo para mí.
Text 14:
Sūta Gosvāmī dijo: ¡Oh, hijo de Bhṛgu [Śaunaka Ṛṣi]!, después de escuchar las piadosas preguntas de Mahārāja Parīkṣit, Śukadeva Gosvāmī, el muy respetable devoto, el hijo de Vyāsadeva, dio las gracias al rey con gran respeto, y, acto seguido, comenzó a exponer los temas relacionados con Kṛṣṇa, que son el remedio para todos los sufrimientos de esta era de Kali.
Text 15:
Śrī Śukadeva Gosvāmī dijo: ¡Oh, majestad, el mejor de los reyes santos!, como sientes una gran atracción por los temas que tratan de Vāsudeva, no cabe duda de que tu inteligencia está firmemente establecida en la comprensión espiritual, que es el único objetivo verdadero para la humanidad. Esa atracción nunca cesa, y por ello es, ciertamente, sublime.
Text 16:
El Ganges, que emana del dedo del pie del Señor Viṣṇu, purifica los tres mundos: los sistemas planetarios superior, medio e inferior. Del mismo modo, las preguntas acerca de los pasatiempos y características del Señor Vāsudeva, Kṛṣṇa, purifican a tres clases de hombres: al que habla o predica, al que pregunta, y a toda la gente que escucha.
Text 17:
Un día, sintiéndose abrumada por el peso de cientos de miles de falanges militares armadas por demonios vanidosos que se hacían pasar por reyes, madre Tierra acudió al Señor Brahmā.
Text 18:
Madre Tierra adoptó la forma de una vaca y, muy afligida, con los ojos llenos de lágrimas, se presentó ante el Señor Brahmā y le informó de su desdicha.
Text 19:
Después de que madre Tierra le informase de sus sufrimientos, el Señor Brahmā, acompañado de madre Tierra, el Señor Śiva y todos los demás semidioses, se dirigió a la orilla del océano de leche.
Text 20:
En la orilla del océano de leche, los semidioses adoraron a la Suprema Personalidad de Dios, el Señor Viṣṇu, el amo del universo entero, el Dios Supremo de todos los dioses, que mantiene a todos y disminuye el sufrimiento de todos. Para adorar al Señor Viṣṇu, que Se acuesta en el océano de leche, recitaron con gran concentración los mantras védicos del puruṣa-sūkta.
Text 21:
En estado de trance, el Señor Brahmā escuchó en el cielo la vibración de las palabras del Señor Viṣṇu. Entonces dijo a los semidioses: ¡Oh, semidioses!, escúchenme, y cumplan atentamente y sin demora la orden de Kṣīrodakaśāyī Viṣṇu, la Persona Suprema.
Text 22:
El Señor Brahmā informó a los semidioses: Antes de que nosotros Le expusiéramos nuestra súplica, el Señor ya era consciente de los sufrimientos de la Tierra. Por ello, mientras el Señor camine por la Tierra para aliviarla de su carga mediante Su propia potencia en la forma del tiempo, todos ustedes, semidioses, deberán manifestarse en expansiones plenarias como hijos y nietos de la familia de los Yadus.
Text 23:
La Suprema Personalidad de Dios, Śrī Kṛṣṇa, que goza de plena potencia, nacerá personalmente como hijo de Vasudeva. Por lo tanto, todas las esposas de los semidioses deberán nacer también a fin de satisfacerle.
Text 24:
Saṅkarṣaṇa, conocido con el nombre de Ananta, es la principal manifestación de Kṛṣṇa. Él es el origen de todas las encarnaciones en el mundo material. Antes del advenimiento del Señor Kṛṣṇa, ese Saṅkarṣaṇa original nacerá en la forma de Baladeva, a fin de complacer al Supremo Señor Kṛṣṇa en Sus pasatiempos trascendentales.
Text 25:
Viṣṇu-māyā, la potencia del Señor, que puede compararse a la Suprema Personalidad de Dios, descenderá también con el Señor Kṛṣṇa. Esa potencia, que manifiesta distintas capacidades de actuación, cautiva todos los mundos, tanto materiales como espirituales. Por orden de su amo, ella nacerá con sus diversas potencias para realizar la obra del Señor.
Text 26:
Śukadeva Gosvāmī continuó: Después de dar estos consejos a los semidioses y tranquilizar a madre Tierra, el muy poderoso Señor Brahmā, que es el señor de todos los demás prajāpatis y, por ello, recibe el nombre de Prajāpati-pati, regresó a su morada, Brahmaloka.
Text 27:
En el pasado, Śūrasena, el caudillo de la dinastía Yadu, había trasladado su residencia a la ciudad de Mathurā, donde disfrutó de los distritos llamados Māthura y Śūrasena.
Text 28:
Desde aquel entonces, la ciudad de Mathurā había sido la capital de todos los reyes de la dinastía Yadu. La ciudad y el distrito de Mathurā están muy íntimamente ligados a Kṛṣṇa, pues el Señor Kṛṣṇa vive allí eternamente.
Text 29:
Hace algún tiempo, Vasudeva, que pertenecía a la dinastía de los semidioses [dinastía Śūra], se casó con Devakī. Después de la boda, subió a su cuadriga para regresar a casa con su esposa recién casada.
Text 30:
Kaṁsa, the son of King Ugrasena, in order to please his sister Devakī on the occasion of her marriage, took charge of the reins of the horses and became the chariot driver. He was surrounded by hundreds of golden chariots.
Texts 31-32:
El rey Devaka, el padre de Devakī, sentía mucho cariño por su hija. Por eso, cuando ella abandonaba el hogar para irse con su esposo, le entregó una dote de cuatrocientos elefantes hermosamente adornados con guirnaldas doradas. También le entregó diez mil caballos, mil ochocientas cuadrigas y doscientas sirvientas muy hermosas, jóvenes y perfectamente engalanadas con alhajas.
Text 33:
¡Oh, querido hijo, Mahārāja Parīkṣit!, cuando los novios se disponían a salir, un armónico resonar de caracolas, trompetas, tambores y timbales acompañó de vibraciones auspiciosas su partida.
Text 34:
En el camino, mientras Kaṁsa llevaba las riendas de los caballos, haciendo de auriga, una voz incorpórea le increpó diciéndole: «¡Oh, necio sinvergüenza!, el octavo hijo de la mujer que llevas contigo te matará».
Text 35:
Kaṁsa era una personalidad aborrecible en la dinastía Bhoja, pues era envidioso y pecador. Así, tan pronto como escuchó aquel oráculo del cielo, tomó a su hermana del cabello con la mano izquierda, y en la derecha empuñó la espada para cortarle la cabeza allí mismo.
Text 36:
Tratando de calmar al desvergonzado Kaṁsa, que era tan cruel y envidioso que se disponía a matar a su propia hermana, la gran alma Vasudeva, que estaba llamado a ser el padre de Kṛṣṇa, le habló con las siguientes palabras.
Text 37:
Vasudeva dijo: Kaṁsa, querido cuñado, tú eres el orgullo de tu familia, la dinastía Bhoja, y los grandes héroes alaban tus cualidades. Una personalidad tan elevada como tú no puede matar a una mujer, y mucho menos a su propia hermana en el día de su boda.
Text 38:
¡Oh, gran héroe!, todo el que nace tiene que morir, pues la muerte nace con el cuerpo. Hoy mismo o de aquí a cientos de años, la muerte es segura para todas las entidades vivientes.
Text 39:
Cuando el cuerpo que tenemos vuelve al polvo y se descompone de nuevo en los cinco elementos —tierra, agua, fuego, aire y éter—, el propietario del cuerpo, el ser vivo, recibe de forma automática, conforme a sus actividades fruitivas, otro cuerpo hecho de elementos materiales. Y tan pronto como obtiene el siguiente cuerpo, abandona el que ahora tiene.
Text 40:
Una persona que camina por la calle se apoya primero en un pie, y entonces levanta el otro. Lo mismo ocurre con la oruga, que se desplaza hacia una hoja y entonces se suelta de la anterior. Del mismo modo, el alma condicionada se refugia en otro cuerpo y entonces abandona el que tenía.
Text 41:
Después de experimentar una situación con la vista o el oído, meditamos y especulamos acerca de ella. Así acabamos por entregarnos a esa situación, sin tener en cuenta nuestro cuerpo actual. Del mismo modo, sirviéndonos de la mente, de noche soñamos que vivimos en circunstancias distintas, en otros cuerpos, y olvidamos nuestra verdadera posición. Por ese mismo proceso, abandonamos nuestro cuerpo actual y recibimos el siguiente [tathā dehāntara-praptiḥ].
Text 42:
En el momento de morir, los pensamientos, sentimientos y deseos de la mente, que está enredada en actividades fruitivas, nos hacen recibir un determinado cuerpo. En otras palabras, el cuerpo se forma en función de las actividades de la mente. Los cambios de cuerpo se deben a la inestabilidad de la mente, pues, de no ser por ello, el alma podría permanecer en su cuerpo espiritual original.
Text 43:
Los astros del cielo, como la Luna, el Sol y las estrellas, al reflejarse en la superficie líquida del aceite o del agua, parecen tener otras formas, y, según los movimientos del viento, a veces los vemos redondos, a veces alargados, etc. Del mismo modo, cuando se absorbe en pensamientos materialistas, la entidad viviente, el alma, llevada por la ignorancia, confunde una serie de manifestaciones con su propia identidad. En otras palabras, debido a la agitación causada por las modalidades materiales de la naturaleza, las invenciones de la mente la tienen sumida en un estado de confusión.
Text 44:
Si los actos impíos y envidiosos son causa de que en la siguiente vida recibamos un cuerpo y suframos en él, ¿por qué realizar ese tipo de actos? Pensando en nuestro propio bien, no debemos envidiar a nadie, pues la persona envidiosa siempre sentirá temor de que sus enemigos le hagan daño, en esta vida o en la siguiente.
Text 45:
Devakī, esta pobre muchacha, es tu hermana menor, y por ello es como tu propia hija, y tu deber es cuidarla con mucho cariño. Tú eres misericordioso, y por eso no debes matarla. En verdad, debes darle tu afecto.
Text 46:
Śukadeva Gosvāmī continuó: ¡Oh, el mejor de la dinastía Kuru!, Kaṁsa era cruel y muy violento, un verdadero seguidor de los rākṣasas, de modo que las buenas instrucciones de Vasudeva ni lograron calmarle ni le intimidaron. No le preocupaban los resultados que pudieran traerle las actividades pecaminosas, ni en esta vida ni en la siguiente.
Text 47:
Al ver que Kaṁsa estaba decidido a matar a su hermana Devakī, Vasudeva se concentró en una profunda reflexión. Teniendo en cuenta el inminente peligro de muerte, ideó otro plan para detener a Kaṁsa.
Text 48:
La persona inteligente, mientras tenga inteligencia y fuerza física, debe tratar de evitar la muerte. Ese es el deber de todo el que ha recibido un cuerpo. Pero si, a pesar de todos sus esfuerzos, no logra evitar la muerte, esa persona no comete ofensa.
Texts 49-50:
Vasudeva pensó: Kaṁsa es la personificación de la muerte; si le entrego todos los hijos que tenga, salvaré la vida de Devakī. Es posible que Kaṁsa muera antes de que nazcan mis hijos, o que uno de mis hijos le mate, pues está destinado a morir de esa forma. En cuanto a ahora, tengo que alejar esta amenaza inmediata, así que voy a prometer a Kaṁsa que le entregaré todos mis hijos. El tiempo pasa, y si Kaṁsa muere, no tendré nada que temer.
Text 51:
A veces, por alguna razón invisible, el fuego salta por encima de un pedazo de leña sin tocarlo y prende fuego en el siguiente; la causa es el destino. Del mismo modo, cuando un ser vivo recibe un determinado cuerpo y abandona otro, la única causa es el invisible destino.
Text 52:
Después de considerar la cuestión a la luz del conocimiento que poseía, Vasudeva, con mucho respeto, hizo una propuesta al pecaminoso Kaṁsa.
Text 53:
Viendo a su esposa en peligro, Vasudeva tenía la mente llena de ansiedad. Sin embargo, para complacer al cruel, desvergonzado y pecaminoso Kaṁsa, logró componer una sonrisa y le dijo lo siguiente.
Text 54:
Vasudeva dijo: ¡Oh, sobrio entre los sobrios!, nada tienes que temer de tu hermana Devakī. Según las palabras del misterioso oráculo, la muerte no vendrá de ella, sino de sus hijos. Por eso te prometo que cuando ella sea madre, yo te entregaré esos hijos que tanto temes.
Text 55:
Śrīla Śukadeva Gosvāmī continuó: Kaṁsa aceptó la lógica de los argumentos de Vasudeva, y, con plena fe en las palabras de su cuñado, se contuvo y no mató a su hermana. Vasudeva, complacido con Kaṁsa, siguió tranquilizándole y, finalmente, entró en su casa.
Text 56:
A partir de entonces, Devakī, la madre de Dios y de todos los semidioses, tuvo un hijo cada año. Con el paso del tiempo, llegó a tener, uno tras otro, ocho hijos y una hija, que se llamó Subhadrā.
Text 57:
La idea de romper su promesa y volverse un mentiroso perturbaba y llenaba de temor a Vasudeva. Así, con inmenso dolor, puso en manos de Kaṁsa a su primogénito, Kīrtimān.
Text 58:
¿Qué sentido tiene el dolor para las personas santas que se atienen estrictamente a la verdad? ¿Qué independencia no tendrán los devotos puros que saben que el Señor Supremo es la esencia de todo lo que existe? ¿Qué actos les están prohibidos a las personas de carácter ruin?; y ¿qué no abandonarían por satisfacer al Señor Kṛṣṇa quienes se han entregado plenamente a Sus pies de loto?
Text 59:
Mi querido rey Parīkṣit, al ver que Vasudeva era fiel a su palabra y le daba su hijo con perfecta presencia de ánimo, Kaṁsa se sintió muy feliz. Entonces, con una sonrisa en el rostro, dijo lo siguiente.
Text 60:
¡Oh, Vasudeva!, puedes llevarte el niño a casa. No es el primer hijo de Vasudeva y Devakī el que yo temo. El que me preocupa es su octavo hijo, pues es el que está destinado a matarme.
Text 61:
Vasudeva asintió y regresó a su casa con el niño. Sin embargo, como Kaṁsa no era un hombre de buenas cualidades y no sabía dominarse, Vasudeva sabía que no podía confiar en su palabra.
Texts 62-63:
Los habitantes de Vṛndāvana, como Nanda Mahārāja, los demás pastores de vacas, y sus esposas, eran en realidad habitantes de los planetas celestiales. ¡Oh, Mahārāja Parīkṣit, el mejor de los descendientes de Bharata!, esa era también la posición de Vasudeva y los descendientes de la dinastía Vṛṣṇi, así como de Devakī y las demás mujeres de la dinastía Yadu. También los amigos, familiares y bienquerientes de Nanda Mahārāja y de Vasudeva, así como los supuestos seguidores de Kaṁsa, eran todos semidioses.
Text 64:
Un día, el gran santo Nārada fue a ver a Kaṁsa y le informó que las personas demoníacas, que eran una gran carga para la Tierra, iban a ser matadas. Kaṁsa comenzó entonces a debatirse entre grandes dudas y temores.
Texts 65-66:
Cuando el gran sabio Nārada se fue, Kaṁsa pensó que todos los miembros de la dinastía Yadu eran semidioses, y que cualquiera de los hijos nacidos del vientre de Devakī podía ser Viṣṇu. Asustado ante la idea de morir, Kaṁsa mandó encerrar a Vasudeva y a Devakī y les encadenó con grilletes de hierro. Sospechando que cualquiera de sus hijos podía ser Viṣṇu, Kaṁsa los fue matando uno tras otro, debido a la profecía que anunciaba su muerte a manos de Viṣṇu.
Text 67:
Los reyes ávidos de complacer los sentidos en este mundo casi nunca tienen escrúpulos en matar a sus enemigos. Por satisfacer sus propios caprichos, podrían matar a cualquiera, sin perdonar ni a sus propias madres, padres, hermanos o amigos.
Text 68:
En su vida anterior, Kaṁsa había sido un gran demonio llamado Kālanemi, a quien Viṣṇu había matado. Al recibir de Nārada esta información, Kaṁsa se llenó de envidia contra todos los que tuviesen relación con la dinastía Yadu.
Text 69:
Kaṁsa, el muy poderoso hijo de Ugrasena, llegó al extremo de encerrar en prisión a su propio padre, el rey de las dinastías Yadu, Bhoja y Andhaka, y asumió personalmente el gobierno de los estados de Śūrasena.