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Śrīmad-bhāgavatam 10.10.10

Texto

deva-saṁjñitam apy ante
kṛmi-viḍ-bhasma-saṁjñitam
bhūta-dhruk tat-kṛte svārthaṁ
kiṁ veda nirayo yataḥ

Palabra por palabra

deva-saṁjñitam — el cuerpo que ahora se considera de una personalidad muy elevada: presidente, ministro o incluso semidiós; api — aunque el cuerpo sea tan excelso; ante — después de la muerte; kṛmi — se convierte en gusanos; viṭ — o en excremento; bhasma-saṁjñitam — o en cenizas; bhūta-dhruk — la persona que no acepta los mandamientos del śāstra y es innecesariamente envidiosa con otras entidades vivientes; tat-kṛte — por actuar de ese modo; sva-artham — interés personal; kim — quién hay; veda — que sepa; nirayaḥ yataḥ — porque debido a esas actividades pecaminosas hay que pasar los sufrimientos del infierno.

Traducción

En vida puede ocurrir que estemos muy orgullosos de nuestro cuerpo, pensando que somos grandes hombres, ministros, presidentes o incluso semidioses, pero, seamos lo que seamos, después de morir nuestro cuerpo se convertirá en gusanos, excremento o cenizas. Quien mate animales indefensos para satisfacer los caprichos temporales del cuerpo, no sabe que en la siguiente vida tendrá que sufrir. El malvado pecador tendrá que ir al infierno y sufrir los resultados de sus acciones.

Significado

En este verso son significativas las tres palabras kṛmi-viḍ-bhasma. Después de la muerte, el cuerpo puede transformarse en kṛmi, que significa «gusanos», pues si se deja sin incinerar, se lo pueden comer los gusanos; otra posibilidad es que se lo coman otros animales, como los cerdos y los cuervos, y que se transforme en excremento. Las personas más civilizadas queman el cadáver, de forma que se convierte en cenizas (bhasma-saṁjñitam). Sin embargo, aunque el cuerpo va a transformarse en gusanos, excremento o cenizas, los necios, solo por mantenerlo, cometen muchas actividades pecaminosas. Esto es verdaderamente lamentable. El cuerpo de forma humana está en realidad destinado a jīvasya tattva-jijñāsā, la iluminación en el conocimiento de los valores espirituales. Por consiguiente, debemos buscar el refugio de un maestro espiritual genuino. Tasmād guruṁ prapadyeta: Debemos acudir a un guru. ¿Quién es guru?Śābde pare ca niṣṇātam (Bhāg. 11.3.21): Guru es aquel que posee conocimiento trascendental completo. Si no acudimos al maestro espiritual, permaneceremos en la ignorancia. Ācāryavān puruṣo veda (Chāndogya Upaniṣad 6.14.2): El conocimiento completo acerca de la vida lo poseeremos cuando seamos ācāryavān, es decir, cuando nos sometamos al control del ācārya. Pero cuando nos dejamos llevar por rajo-guṇa tamo-guṇa, no nos preocupamos de nada, sino que actuamos como cualquier estúpido animal, arriesgando nuestra vida (mṛtyu-saṁsāra-vartmani) y teniendo por ello que continuar de sufrimiento en sufrimiento. Na te viduḥ svārtha-gatiṁ hi viṣṇum (Bhāg. 7.5.31). La persona necia no sabe cómo elevarse en este mismo cuerpo. Lo que hace es incurrir en actividades pecaminosas y sumirse cada vez más en las profundidades de la vida infernal.