Skip to main content

Śrīmad-bhāgavatam 10.12.27

Texto

tān vīkṣya kṛṣṇaḥ sakalābhaya-prado
hy ananya-nāthān sva-karād avacyutān
dīnāṁś ca mṛtyor jaṭharāgni-ghāsān
ghṛṇārdito diṣṭa-kṛtena vismitaḥ

Palabra por palabra

tān — a todos esos niños; vīkṣya — al ver; kṛṣṇaḥ — la Suprema Personalidad de Dios; sakala-abhaya-pradaḥ — que es la fuente de la ausencia de temor para todos; hi — en verdad; ananya-nāthān — especialmente para los pastorcillos de vacas, para quienes lo era todo; sva-karāt — del control de Su mano; avacyutān — que ahora se habían ido; dīnān ca — indefensos; mṛtyoḥ jaṭhara-agni-ghāsān — todos los cuales habían entrado como briznas de paja en el fuego del abdomen de Aghāsura, que era muy fuerte y estaba hambriento, como la muerte en persona (como el asura había adoptado un cuerpo enorme, es de suponer que debía de tener muchísimo apetito); ghṛṇā-arditaḥ — por ello, mostrándose compasivo debido a la misericordia sin causa; diṣṭa-kṛtena — por cosas dispuestas por Su potencia interna; vismitaḥ — Él también, por el momento, estaba desconcertado.

Traducción

Kṛṣṇa vio que todos los pastorcillos, para quienes Él era el único Señor, se Le habían ido de las manos y estaban indefensos, pues, como briznas de paja, habían entrado en el fuego del abdomen de Aghāsura, que era la muerte en persona. A Kṛṣṇa Le resultaba insoportable verse separado de Sus amigos los pastorcillos de vacas. Por eso, como si viese que todo había sido dispuesto por Su potencia interna, Kṛṣṇa pasó un momento completamente desconcertado y sin saber qué hacer.