Skip to main content

CAPÍTULO 2

Las oraciones de los semidioses al Señor Kṛṣṇa en el vientre de Devakī

Como se explica en este capítulo, cuando la Suprema Personalidad de Dios entró en el vientre de Devakī para matar a Kaṁsa, todos los semidioses comprendieron que el Señor Se encontraba en el vientre de Devakī y, con gran veneración, Le ofrecieron las oraciones Garbha-stuti.

Kaṁsa, que estaba protegido por su suegro Jarāsandha y contaba con la ayuda de sus demoníacos amigos Pralamba, Baka, Cāṇūra, Tṛṇāvarta, Aghāsura, Muṣṭika, Bāṇa y Bhaumāsura, comenzó a oprimir a los miembros de la dinastía Yadu, quienes se vieron obligados a abandonar sus hogares y a buscar refugio en otros estados, como Kuru, Pañcāla, Kekaya, Śālva y Vidarbha. Apenas unos cuantos se quedaron con Kaṁsa, como amigos solo de nombre.

Después de que Kaṁsa matase, uno tras otro, a los ṣaḍ-garbhas, los seis hijos de Devakī, Anantadeva entró en el vientre de Devakī y, con la intervención de Yoga-māyā, que seguía la orden de la Suprema Personalidad de Dios, fue trasladado al vientre de Rohiṇī. El propio Señor, que pronto iba a nacer como octavo hijo de Devakī, ordenó a Yoga-māyā que naciese del vientre de Yaśodādevī. Como Kṛṣṇa y Su potencia, Yoga-māyā, nacieron al mismo tiempo, como hermano y hermana, el mundo está lleno de vaiṣṇavas y de śāktas, entre los cuales existe, sin duda, cierta rivalidad. Los vaiṣṇavas adoran al Señor Supremo, mientras que los śāktas, conforme a sus propios deseos, adoran a Yoga-māyā en formas como Durgā, Bhadrakālī y Caṇḍikā. Siguiendo las órdenes de la Suprema Personalidad de Dios, Yoga-māyā transfirió a Baladeva, Saṅkarṣaṇa, el séptimo hijo de Devakī, desde el vientre de Devakī al vientre de Rohiṇī. Saṅkarṣaṇa desciende para aumentar el amor por Kṛṣṇa, y por ello recibe el nombre de Baladeva. De Él podemos recibir la fuerza auspiciosa que necesitamos para llegar a ser devotos del Señor. Por esa razón, recibe también el nombre de Balabhadra.

Una vez que Yoga-māyā hubo transferido el séptimo hijo de Devakī al vientre de Rohiṇī, la Suprema Personalidad de Dios Se manifestó en el corazón de Vasudeva y de ahí pasó al corazón de Devakī. Debido a la presencia del Señor en su corazón, Devakī manifestaba una refulgencia extraordinaria durante el período de gestación. A la vista de aquella refulgencia, Kaṁsa sentía una gran ansiedad, pero no podía hacer daño a Devakī debido a la relación familiar que les unía. De ese modo, indirectamente empezó a pensar en Kṛṣṇa y se volvió plenamente consciente de Kṛṣṇa.

Mientras tanto, todos los semidioses fueron a ofrecer oraciones al Señor, que estaba en el vientre de Devakī. La Suprema Personalidad de Dios, decían, es eternamente la Verdad Absoluta. El alma espiritual es más importante que el cuerpo denso, y la Superalma, Paramātmā, es todavía más importante que el alma. El Dios Supremo es absolutamente independiente, y Sus encarnaciones son trascendentales. Las oraciones de los semidioses glorifican y ensalzan a los devotos y explican el destino de las personas que, de modo superficial, se consideran liberadas del condicionamiento de la naturaleza material. El devoto siempre está a salvo. El devoto que se entrega por entero a los pies de loto del Señor está completamente liberado del temor de la existencia material. Al explicar por qué desciende la Suprema Personalidad de Dios, las oraciones de los semidioses confirman claramente la afirmación que el Señor hace en el Bhagavad-gītā (4.7):

yadā yadā hi dharmasya
glānir bhavati bhārata
abhyutthānam adharmasya
tadātmānaṁ sṛjāmy aham

«Cuando quiera y dondequiera que disminuya la práctica religiosa, ¡oh, descendiente de Bharata!, y aumente la irreligión de manera predominante, en ese momento, desciendo personalmente».

Texts 1-2:
Śukadeva Gosvāmī dijo: Bajo la protección de Magadharāja, Jarāsandha, el poderoso Kaṁsa comenzó a perseguir a los reyes de la dinastía Yadu. Para ello contó con la colaboración de demonios tales como Pralamba, Baka, Cāṇūra, Tṛṇāvarta, Aghāsura, Muṣṭika, Ariṣṭa, Dvivida, Pūtanā, Keśī, Dhenuka, Bāṇāsura, Narakāsura y muchos otros reyes demoníacos que poblaban la superficie de la Tierra.
Text 3:
Persecuted by the demoniac kings, the Yādavas left their own kingdom and entered various others, like those of the Kurus, Pañcālas, Kekayas, Śālvas, Vidarbhas, Niṣadhas, Videhas and Kośalas.
Texts 4-5:
Sin embargo, algunos de sus familiares comenzaron a seguir los principios de Kaṁsa y se ocuparon en servirle. Una vez que Kaṁsa, el hijo de Ugrasena, hubo matado a los seis hijos de Devakī, una porción plenaria de Kṛṣṇa puso a Devakī entre la dicha y la lamentación entrando en su vientre para ser su séptimo hijo. Los grandes sabios glorifican a esa expansión plenaria con el nombre de Ananta, que pertenece a la segunda expansión cuádruple de Kṛṣṇa.
Text 6:
Para proteger del ataque de Kaṁsa a Sus devotos íntimos, los Yadus, la Suprema Personalidad de Dios, Viśvātmā, el Alma Suprema de todos, dio a Yoga-māyā la siguiente orden.
Text 7:
El Señor ordenó a Yoga-māyā: ¡Oh, potencia Mía!, tú eres digna de la adoración del mundo entero y tu naturaleza es llevar buena fortuna a todas las entidades vivientes. Ve a Vraja, donde viven muchos pastores de vacas con sus esposas, pues en esa hermosa tierra, poblada por muchísimas vacas, hallarás a Rohiṇī, la esposa de Vasudeva, que reside en el hogar de Nanda Mahārāja. Allí viven también, de incógnito por temor a Kaṁsa, otras esposas de Vasudeva. Ve allí, por favor.
Text 8:
En el vientre de Devakī Se encuentra Saṅkarṣaṇa, Śeṣa, Mi expansión parcial plenaria. Sin mayor dificultad, transfiérete al vientre de Rohiṇī.
Text 9:
¡Oh, muy auspiciosa Yoga-māyā!, Yo descenderé entonces como hijo de Devakī manifestando en plenitud Mis seis opulencias, y tú nacerás como hija de madre Yaśodā, la reina de Mahārāja Nanda.
Text 10:
Debido a tu supremacía en satisfacer los deseos materiales de todos, los seres humanos comunes te ofrecerán una suntuosa adoración con sacrificios de animales y diversos artículos de culto.
Texts 11-12:
El Señor Kṛṣṇa bendijo a Māyādevī diciendo: En distintos lugares de la Tierra, la gente te conocerá con distintos nombres, como Durgā, Bhadrakālī, Vijayā, Vaiṣṇavī, Kumudā, Caṇḍikā, Kṛṣṇā, Mādhavī, Kanyakā, Māyā, Nārāyaṇī, Īśānī, Śāradā y Ambikā.
Text 13:
Por haber sido llevado del vientre de Devakī al vientre de Rohiṇī, el hijo de Rohiṇī será famoso también con el nombre de Saṅkarṣaṇa. Por Su capacidad de complacer a todos los habitantes de Gokula, será llamado Rāma, y por Su enorme fuerza física, recibirá también el nombre de Balabhadra.
Text 14:
Yoga-māyā escuchó estas instrucciones de la Suprema Personalidad de Dios e, inmediatamente, asintió. Con el mantra védico om, confirmó que haría lo que el Señor le había pedido. Después de aceptar la orden de la Suprema Personalidad de Dios, caminó alrededor de Él en señal de respeto, y partió hacia el lugar de la Tierra llamado Nanda-gokula. Allí actuó tal y como le había sido indicado.
Text 15:
Cuando Yoga-māyā atrajo al hijo de Devakī y Lo transfirió al vientre de Rohiṇī, dio la impresión de que Devakī había sufrido un aborto. Todos los habitantes del palacio se lamentaban en voz alta: «¡Ay!, ¡Devakī ha perdido a su hijo!».
Text 16:
Entonces, la Suprema Personalidad de Dios, que es la Superalma de todas las entidades vivientes y destruye todos los temores de Sus devotos, entró en la mente de Vasudeva con toda Su opulencia.
Text 17:
Con la forma de la Suprema Personalidad de Dios en lo más profundo del corazón, Vasudeva portaba también la luminosa refulgencia trascendental del Señor, y por ello brillaba tanto como el sol. Como consecuencia, era muy difícil verle o entrar en contacto con él por medio de la percepción de los sentidos. En verdad, era inasequible e imperceptible incluso para alguien tan poderoso como Kaṁsa, y no solo para Kaṁsa, sino para todas las entidades vivientes.
Text 18:
A continuación, acompañado de expansiones plenarias, la Suprema Personalidad de Dios, que goza de plena opulencia y es completamente auspicioso para el universo entero, fue llevado de la mente de Vasudeva a la mente de Devakī. Devakī, iniciada de ese modo por Vasudeva, adquirió una gran belleza, pues llevaba en lo más profundo del corazón al Señor Kṛṣṇa, la conciencia original de todos, la causa de todas las causas; era como el horizonte oriental, embellecido por la luna que asciende en el cielo.
Text 19:
Devakī guardó entonces dentro de sí a la Suprema Personalidad de Dios, la causa de todas las causas, el fundamento de todo el cosmos. Sin embargo, como estaba prisionera en la casa de Kaṁsa, era como las llamas de un fuego que arde en un recipiente cerrado, o como una persona que tiene conocimiento pero no puede dárselo al mundo para beneficio de la sociedad humana.
Text 20:
Debido a la presencia de la Suprema Personalidad de Dios en su vientre, Devakī iluminaba toda la atmósfera del lugar en que se hallaba recluida. Al verla llena de júbilo, pura y sonriente, Kaṁsa pensó: «La Suprema Personalidad de Dios, Viṣṇu, está ahora dentro de ella y va a matarme. Devakī nunca había tenido antes ese aspecto tan brillante y jubiloso».
Text 21:
Kaṁsa pensó: ¿Cuál es ahora mi deber? El Señor Supremo, que conoce Su misión, no dejará de mostrar Su poderío. Devakī es una mujer, es mi hermana, y además, ahora está embarazada. Si la mato, no cabe duda de que echaré a perder mi reputación, mi opulencia y la duración de mi vida.
Text 22:
A la persona que es muy cruel, se la considera un muerto en vida, pues todos le condenan, tanto mientras vive como después de morir. Cuando muere, esa persona anclada en el concepto corporal de la vida tiene asegurado el infierno Andhatama.
Text 23:
Śukadeva Gosvāmī dijo: Con estas reflexiones, y pese a estar resuelto a mantener su enemistad contra la Suprema Personalidad de Dios, Kaṁsa dominó el insano impulso de matar a su hermana. Decidió esperar al nacimiento del Señor para hacer lo que fuese necesario.
Text 24:
Sentado en su trono o en su cuarto de estar, acostado en la cama, o, en verdad, en cualquier lugar en que estuviese, mientras comía, mientras dormía o caminaba, Kaṁsa solamente veía a su enemigo, el Señor Supremo, Hṛṣīkeśa. En otras palabras, pensando en su omnipresente enemigo, Kaṁsa se volvió consciente de Kṛṣṇa con actitud desfavorable.
Text 25:
El Señor Brahmā y el Señor Śiva, acompañados por grandes sabios como Nārada, Devala y Vyāsa, y por otros semidioses como Indra, Candra y Varuṇa, llegaron a la habitación de Devakī. Todos juntos, permaneciendo invisibles, ofrecieron oraciones y respetuosas reverencias a la Suprema Personalidad de Dios, que puede conceder bendiciones a todos.
Text 26:
Los semidioses oraron: ¡Oh, Señor!, Tú nunca Te apartas de Tu voto, que es siempre perfecto, pues todo lo que Tú decides es completamente correcto y no hay nadie que pueda impedirlo. Tú, que estás presente en las tres fases de la manifestación cósmica —creación, sostenimiento y aniquilación—, eres la Verdad Absoluta. Ciertamente, quien no sea completamente fiel a la verdad no podrá alcanzar Tu favor, que, por lo tanto, no está al alcance de los hipócritas. Tú eres el principio activo, la auténtica verdad, en todos los ingredientes de la creación, y por ello recibes el nombre de antaryāmī, la fuerza interna. Tú eres ecuánime con todos, y Tus instrucciones se aplican a todos, en todo momento. Tú eres el comienzo de toda verdad. Por ello, ofreciéndote reverencias, nos entregamos a Ti. Por favor, protégenos.
Text 27:
El cuerpo [el cuerpo total y el cuerpo individual tienen la misma composición] puede llamarse, en sentido figurado, «el árbol original». Ese árbol, que depende por completo del suelo, la naturaleza material, produce dos clases de frutos: el disfrute de la felicidad, y el sufrimiento de la aflicción. La causa del árbol, que forma sus tres raíces, es el contacto con las tres modalidades de la naturaleza material: bondad, pasión e ignorancia. Los frutos de la felicidad corporal tienen cuatro sabores: religiosidad, crecimiento económico, complacencia de los sentidos y liberación, que se experimentan con los cinco sentidos de adquisición de conocimiento en medio de seis circunstancias: lamentación, ilusión, vejez, muerte, hambre y sed. La corteza del árbol está formada por siete capas: la piel, la sangre, los músculos, la grasa, los huesos, la médula y el semen; y las ocho ramas del árbol son los cinco elementos densos y los tres sutiles: tierra, agua, fuego, aire, éter, mente, inteligencia y ego falso. El árbol del cuerpo tiene nueve huecos: los ojos, los oídos, las fosas nasales, la boca, el recto y los genitales; y diez hojas, que son los diez aires que circulan por su interior. En ese árbol del cuerpo hay dos pájaros: uno es el alma individual, y el otro, la Superalma.
Text 28:
La causa eficiente del mundo material, que se manifiesta con sus muchas diversidades en la forma del árbol original, eres Tú, ¡oh, Señor! Tú eres también el sustentador del mundo material, y eres aquel en quien todo se conserva después de la aniquilación. Los que están cubiertos por Tu energía externa no pueden ver que Tú estás detrás de esta manifestación, pues no poseen la visión de los devotos eruditos.
Text 29:
¡Oh, Señor!, Tú gozas siempre de conocimiento completo, y, para traer toda buena fortuna a todas las entidades vivientes, Te manifiestas en diversas encarnaciones, todas las cuales son trascendentales a la creación material. Cuando Te manifiestas en esas encarnaciones, los devotos piadosos y religiosos se sienten complacidos, pero los no devotos Te consideran la aniquilación en persona.
Text 30:
¡Oh, Señor de ojos de loto!, quien se concentra en meditar en Tus pies de loto, que son el manantial de toda existencia, y los acepta como el barco en que cruzar el océano de la nesciencia, sigue los pasos de los mahājanas [grandes santos, sabios y devotos]. Con ese sencillo proceso, cruzar el océano de la nesciencia resulta tan fácil como pasar sobre la huella de la pezuña de un ternero.
Text 31:
¡Oh, Señor que resplandeces como el sol!, Tú estás siempre dispuesto a cumplir el deseo de Tu devoto, y por ello se Te considera un árbol de deseos [vāñchā-kalpataru]. Los ācāryas que se refugian por entero bajo Tus pies de loto para cruzar el terrible océano de la nesciencia dejan tras de sí, en la Tierra, el método que les ha permitido cruzarlo, y Tú, que eres muy misericordioso con Tus demás devotos, aceptas ese método para ayudarles.
Text 32:
[Alguien podría decir que, además de los devotos, que siempre buscan refugio en los pies de loto del Señor, están aquellos que no son devotos pero que han emprendido otros procesos para alcanzar la salvación. ¿Qué resultado obtienen? Respondiendo a esta pregunta, el Señor Brahmā y los semidioses dijeron:] ¡Oh, Señor de ojos de loto!, los no devotos que se someten a rigurosas austeridades y penitencias para alcanzar la posición más elevada, puede que crean que están liberados, pero su inteligencia es impura. Como les falta la debida consideración por Tus pies de loto, acaban cayendo de su posición de imaginaria superioridad.
Text 33:
¡Oh, Mādhava, Suprema Personalidad de Dios, Señor de la diosa de la fortuna!, a veces, devotos completamente enamorados de Ti caen de la senda de la devoción, pero su caída no es como la de los no devotos, pues Tú sigues protegiéndoles. Así, libres de temor, pasan sobre las cabezas de sus adversarios y continúan progresando en el cultivo de servicio devocional.
Text 34:
¡Oh, Señor!, durante el período de sostenimiento, Tú manifiestas diversas encarnaciones, todas Ellas con cuerpos trascendentales, más allá de las modalidades materiales de la naturaleza. Cuando apareces de ese modo, Tú concedes toda buena fortuna a las entidades vivientes, enseñándoles a realizar actividades védicas en forma de ceremonias rituales, yoga místico, austeridades, penitencias y, en última instancia, samādhi, la absorción extática en pensamientos acerca de Ti. Así eres adorado mediante los principios védicos.
Text 35:
¡Oh, Señor, causa de todas las causas!, si Tu cuerpo trascendental no estuviese más allá de las modalidades de la naturaleza material, no se podría entender la diferencia entre la materia y la realidad trascendental. Solo por Tu presencia es posible entender la naturaleza trascendental de Tu Señoría, que eres el controlador de la naturaleza material. Sin el influjo de la presencia de Tu forma trascendental, Tu naturaleza trascendental es muy difícil de entender.
Text 36:
¡Oh, Señor!, Tu nombre y Tu forma trascendentales no pueden comprenderlos quienes se limitan a seguir las vías especulativas de la imaginación. Solo mediante el servicio devocional es posible llegar a comprender Tu nombre, Tu forma y Tus atributos.
Text 37:
Aunque se ocupen en diversas actividades, los devotos cuya mente está completamente absorta en Tus pies de loto, y que se dedican constantemente a escuchar, cantar, contemplar y hacer que otros recuerden Tus nombres y formas trascendentales, se hallan siempre en el plano trascendental, y de ese modo pueden entender a la Suprema Personalidad de Dios.
Text 38:
¡Oh, Señor!, somos afortunados, pues Tu advenimiento elimina rápidamente la pesada carga de demonios que soporta la Tierra. En verdad, somos ciertamente afortunados, pues podremos ver sobre la Tierra y los planetas celestiales las marcas del loto, la caracola, la maza y el disco que adornan Tus pies de loto.
Text 39:
¡Oh, Señor Supremo!, Tú no eres una entidad viviente común que viene al mundo material como resultado de sus actividades fruitivas. Por lo tanto, Tu aparición o nacimiento en este mundo no tiene otra causa que Tu potencia de placer. De modo similar, las entidades vivientes, que son partes integrales Tuyas, no tienen por qué padecer miserias como el nacimiento, la muerte y la vejez, excepto cuando están bajo el dominio de Tu energía externa.
Text 40:
¡Oh, controlador supremo!, en el pasado, Tu Señoría descendió en las encarnaciones del pez, la tortuga, Narasiṁhadeva, el jabalí, el cisne, el Señor Rāmacandra, Paraśurāma y, entre los semidioses, Vāmanadeva, a fin de proteger el mundo entero por Tu misericordia. Ahora, por favor, protégenos de nuevo por Tu misericordia disminuyendo los trastornos que ocurren en el mundo. ¡Oh, Kṛṣṇa!, el mejor de los Yadus, respetuosamente Te ofrecemos reverencias.
Text 41:
¡Oh, madre Devakī!, por tu buena fortuna, que es también la nuestra, la Suprema Personalidad de Dios, con todas Sus porciones plenarias, como Baladeva, Se halla ahora personalmente en tu vientre. Por lo tanto, no tienes que temer a Kaṁsa, que ha decidido ser matado por el Señor. Kṛṣṇa, Tu hijo eterno, será el protector de toda la dinastía Yadu.
Text 42:
Después de ofrecer estas oraciones a la Suprema Personalidad de Dios, el Señor Viṣṇu, la Realidad Trascendental, todos los semidioses, con el Señor Brahmā y el Señor Śiva al frente, regresaron a sus hogares en los planetas celestiales.