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Śrīmad-bhāgavatam 10.4.14

Texto

tayābhihitam ākarṇya
kaṁsaḥ parama-vismitaḥ
devakīṁ vasudevaṁ ca
vimucya praśrito ’bravīt

Palabra por palabra

tayā — por la diosa Durgā; abhihitam — las palabras habladas; ākarṇya — por escuchar; kaṁsaḥ — Kaṁsa; parama-vismitaḥ — estaba muy asombrado; devakīm — a Devakī; vasudevam ca — y a Vasudeva; vimucya — liberar inmediatamente; praśritaḥ — con gran humildad; abravīt — dijo lo siguiente.

Traducción

Al escuchar las palabras de la diosa Durgā, Kaṁsa no podía salir de su asombro. Entonces se acercó a su hermana Devakī y a su cuñado Vasudeva y, liberándoles inmediatamente de sus cadenas, les habló con gran humildad.

Significado

Kaṁsa estaba asombrado de que la diosa Durgā hubiera nacido como hija de Devakī. Si Devakī era un ser humano, ¿cómo podía la diosa Durgā ser su hija? Esa era una de las causas de su asombro. También estaba confuso de ver que el octavo hijo de Devakī había sido una niña. Por lo general, los asuras son devotos de madre Durgā, Śakti, o de los semidioses, en especial del Señor Śiva. Kaṁsa, cuando vio aparecer a Durgā en su forma original de ocho brazos, empuñando sus armas, cambió inmediatamente su mentalidad con respecto a Devakī, pues se daba cuenta de que no era un ser humano corriente. Estaba claro que Devakī poseía ciertas cualidades trascendentales, ya que, de no haber sido así, ¿por qué iba a nacer de su vientre la diosa Durgā? En esas circunstancias, Kaṁsa, que no salía de su asombro, quiso desagraviar a su hermana de las atrocidades que había cometido contra ella.