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Śrīmad-bhāgavatam 10.7.18

Texto

ekadāroham ārūḍhaṁ
lālayantī sutaṁ satī
garimāṇaṁ śiśor voḍhuṁ
na sehe giri-kūṭavat

Palabra por palabra

ekadā — una vez (aproximadamente cuando Kṛṣṇa tenía un año); āroham — en brazos de Su madre; ārūḍham — que Se encontraba; lālayantī — estaba acariciando; sutam — a su hijo; satī — madre Yaśodā; garimāṇam — por un aumento del peso; śiśoḥ — del niño; voḍhum — sostenerle; na — no; sehe — pudo; giri-kūṭa-vat — que parecía tan pesado como el pico de una montaña.

Traducción

Un día, un año después del nacimiento de Kṛṣṇa, madre Yaśodā, mientras acariciaba a su hijo, notó de pronto que el niño Se volvía más pesado que el pico de una montaña, y no pudo sostenerle por más tiempo en sus brazos.

Significado

Lālayantī. A veces una madre toma en brazos a su hijo; entre los brazos de su madre, el niño ríe, y también la madre se siente muy complacida. Así solía hacerlo Yaśodā, pero, en esa ocasión, Kṛṣṇa Se volvió muy pesado, y ella no pudo seguir soportando Su peso. En esas circunstancias, debemos entender que Kṛṣṇa era consciente de la llegada de Tṛṇāvartāsura, que iba a llevarle lejos de Su madre. Kṛṣṇa sabía que cuando Tṛṇāvarta viniese y se Lo llevase del regazo de Su madre, madre Yaśodā quedaría sumida en el mayor desconsuelo. Él no quería que el demonio causara ninguna dificultad a Su madre. Por lo tanto, y puesto que Él es la fuente de todo (janmādy asya yataḥ), Kṛṣṇa Se hizo tan pesado como el universo entero. Con el niño en su regazo, Yaśodā sostenía todo lo que existe en el mundo, pero cuando Kṛṣṇa Se hizo tan pesado, ella tuvo que bajarle para dar a Tṛṇāvartāsura la oportunidad de llevárselo y de jugar algún tiempo con Él antes de que el bebé volviera al regazo de Su madre.