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Śrīmad-bhāgavatam 2.1.17

Texto

abhyasen manasā śuddhaṁ
trivṛd-brahmākṣaraṁ param
mano yacchej jita-śvāso
brahma-bījam avismaran

Palabra por palabra

abhyaset — uno debe practicar; manasā — con la mente; śuddham — sagrado; tri-vṛt — compuesto de las tres; brahma-akṣaram — letras trascendentales; param — lo supremo; manaḥ — la mente; yacchet — pon bajo control; jita-śvāsaḥ — regulando el aire de la respiración; brahma — absoluto; bījam — semilla; avismaran — sin ser olvidado.

Traducción

Después de sentarte de la manera descrita, haz que la mente recuerde las tres letras trascendentales [a-u-m], y, regulando el proceso respiratorio, controla la mente de modo tal que no olvides la semilla trascendental.

Significado

Oṁkāra, o el praṇava, es la semilla de la iluminación trascendental, y se compone de las tres letras trascendentales a-u-m. Al cantarlo mentalmente, en combinación con el proceso respiratorio —que es una manera trascendental pero mecánica de caer en trance, tal como lo ha legado la experiencia de los grandes místicos—, se es capaz de controlar la mente, la cual está absorta en lo material. Esa es la manera de cambiar el hábito de la mente. La mente no debe aniquilarse. La mente o el deseo no se pueden suprimir, pero para que se desarrolle el deseo de actuar en aras de la iluminación espiritual, debe cambiarse la calidad de la ocupación de la mente. La mente es el eje de los órganos activos de los sentidos, y como tal, si se cambia la calidad de los actos de pensar, sentir y desear, en forma natural cambiará también la calidad de las acciones de los sentidos instrumentales. El oṁkāra es la semilla de todo sonido trascendental, y es solo el sonido trascendental lo que puede provocar el deseado cambio de la mente y los sentidos. Hasta un trastornado mental se puede curar con un tratamiento basado en el sonido trascendental. En el Bhagavad-gītā se ha aceptado el praṇava (oṁkāra) como representación literal directa de la Suprema Verdad Absoluta. Aquel que no puede cantar directamente el santo nombre del Señor, como se recomendó con anterioridad, puede cantar fácilmente el praṇava (oṁkāra). Este oṁkāra es una forma de llamada, tal como «¡oh, mi Señor!», de la misma manera en que oṁ hari oṁ significa «¡oh, mi Señor!, ¡la Suprema Personalidad de Dios!» Como ya hemos explicado anteriormente, el santo nombre del Señor es idéntico al propio Señor. Así mismo ocurre con oṁkāra. Pero a las personas que, debido a sus sentidos imperfectos, son incapaces de llegar a comprender la trascendental forma personal o el trascendental nombre del Señor (en otras palabras, a las personas neófitas), se las prepara en la práctica de la autorrealización mediante este proceso mecánico de regular la función respiratoria y al mismo tiempo repetir mentalmente el praṇava (oṁkāra). Como ya lo hemos expresado en diversas oportunidades, puesto que con los presentes sentidos materiales es imposible entender los trascendentales pasatiempos, atributos, forma, nombre, etc., de la Personalidad de Dios, es necesario que esa iluminación trascendental se ponga en marcha a través de la mente, que es el centro de todas las actividades sensuales. Los devotos fijan la mente directamente en la Persona de la Verdad Absoluta. Pero a aquel que es incapaz de entender esas características personales del Absoluto, se lo disciplina con la impersonalidad, para irle entrenando la mente de manera que progrese más.