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Śrīmad-bhāgavatam 3.29.33

Texto

tasmān mayy arpitāśeṣa-
kriyārthātmā nirantaraḥ
mayy arpitātmanaḥ puṁso
mayi sannyasta-karmaṇaḥ
na paśyāmi paraṁ bhūtam
akartuḥ sama-darśanāt

Palabra por palabra

tasmāt — que él; mayi — a Mí; arpita — ofrecidas; aśeṣa — todas; kriyā — acciones; artha — riqueza; ātmā — vida, alma; nirantaraḥ — sin interrupción; mayi — a Mí; arpita — ofrecida; ātmanaḥ — cuya mente; puṁsaḥ — que una persona; mayi — a Mí; sannyasta — dedicadas; karmaṇaḥ — cuyas actividades; na — no; paśyāmi — Yo veo; param — más grande; bhūtam — entidad viviente; akartuḥ — sin sentido de propiedad; sama — misma; darśanāt — cuya visión.

Traducción

De modo que, Yo no encuentro persona más grande que aquella cuyo único interés es el Mío y que, por lo tanto, se ocupa en Mi servicio y Me dedica todas sus actividades y toda su vida, es decir, todo, sin interrupción.

Significado

En este verso, la palabra sama-darśanāt quiere decir «que ya no tiene ningún otro interés»; el interés del devoto y el interés de la Suprema Personalidad de Dios son uno. El Señor Caitanya, por ejemplo, haciendo el papel de devoto, predicó también la misma filosofía. Predicó que Kṛṣṇa es el Señor adorable, la Suprema Personalidad de Dios, y que el interés de Sus devotos puros es el mismo que el Suyo propio.

A veces los filósofos māyāvādīs, debido a que no poseen suficiente conocimiento, dicen que la palabra sama-darśanāt significa que el devoto debe considerarse a sí mismo uno con la Suprema Personalidad de Dios, lo cual es una estupidez. Si una persona se cree uno con la Suprema Personalidad de Dios, seguro que no va a ofrecerle servicio. Si hay servicio, tiene que haber un amo. Servicio implica tres cosas: el amo, el sirviente y el servicio. Aquí se afirma claramente que la persona más elevada es aquella que ha dedicado su vida, todas sus actividades, su mente y su alma, es decir, todo, a la satisfacción del Señor Supremo.

La palabra akartuḥ significa «sin ningún sentido de propiedad». Todo el mundo quiere actuar como propietario de sus acciones, de modo que pueda disfrutar del resultado. El devoto, sin embargo, no tiene ese deseo; actúa porque la Personalidad de Dios quiere de él que actúe de determinada manera. No tiene motivo personal. Cuando el Señor Caitanya predicó el proceso de conciencia de Kṛṣṇa, no lo hizo buscando que la gente Le llamase Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios, sino que predicó que Kṛṣṇa es la Suprema Personalidad de Dios y hay que adorarle como tal. Un devoto que sea un sirviente muy íntimo del Señor nunca hace nada para su propio beneficio, sino que lo hace todo para satisfacer al Señor Supremo. Por eso se afirma claramente: mayi sannyasta-karmaṇaḥ: El devoto trabaja, pero trabaja para el Supremo. También se afirma:mayy arpitātmanaḥ: «Él Me da su mente». Esas son las cualidades del devoto, a quien, según este verso, se considera el más elevado de los seres humanos.