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Śrīmad-bhāgavatam 3.32.2

Texto

sa cāpi bhagavad-dharmāt
kāma-mūḍhaḥ parāṅ-mukhaḥ
yajate kratubhir devān
pitṝṁś ca śraddhayānvitaḥ

Palabra por palabra

saḥ — él; ca api — además; bhagavat-dharmāt — al servicio devocional; kāma-mūḍhaḥ — cegado por el deseo de disfrute; parāk-mukhaḥ — habiéndole vuelto el rostro; yajate — adora; kratubhiḥ — con ceremonias de sacrificio; devān — a los semidioses; pitṝn — a los antepasados; ca — y; śraddhayā — con fe; anvitaḥ — dotado.

Traducción

Esas personas nunca tienen acceso al servicio devocional, pues están demasiado apegadas a la complacencia de los sentidos. Por esa razón, a pesar de que ejecutan diversas clases de sacrificios y hacen grandes votos para satisfacer a los semidioses y a los antepasados, no tienen interés en el proceso de conciencia de Kṛṣṇa, el servicio devocional.

Significado

En el Bhagavad-gītā (7.20) se dice que las personas que adoran a los semidioses han perdido la inteligencia: kāmais tais tair hṛta-jñānāḥ. Se sienten muy atraídos por la complacencia de los sentidos, y por lo tanto, adoran a los semidioses. Por supuesto, en las Escrituras védicas se recomienda que, en caso de querer dinero, salud o educación, hay que adorar a los diversos semidioses. El materialista tiene muchos deseos, pero también hay muchos semidioses para satisfacer sus sentidos. Los gṛhamedhīs, que quieren continuar con la prosperidad material de su modo de vida, suelen adorar a los semidioses o a los antepasados ofreciéndoles piṇḍa, oblaciones respetuosas. Son personas carentes de conciencia de Kṛṣṇa y que no tienen interés en el servicio devocional del Señor. Ese tipo de hombres supuestamente piadosos y religiosos son el resultado del impersonalismo. Los impersonalistas sostienen que la Verdad Absoluta Suprema no tiene forma, y que podemos imaginar cualquier forma que nos guste, o que nos convenga, y adorarla de esa manera. Por eso los gṛhamedhīs, los hombres materialistas, dicen que adorar a cualquier forma de semidiós es lo mismo que adorar al Señor Supremo. Entre los hindúes, los que comen carne prefieren en especial la adoración de la diosa Kālī, porque el precepto establece que ante esa diosa se pueden sacrificar cabras. Sostienen que tanto los adoradores de la diosa Kālī, como los de la Suprema Personalidad de Dios, Viṣṇu, y los de cualquier semidiós, alcanzarán el mismo destino. Pensar eso es el descaro más grande que existe, y esas personas están desorientadas. Pero prefieren esa filosofía. El Bhagavad-gītā no acepta tamaña desvergüenza, y dice claramente que esos métodos son para personas que han perdido la inteligencia. En este verso se confirma el mismo veredicto, y se emplea la palabra kāma-mūḍha, que significa «el que ha perdido la razón o está cegado por el intenso deseo de la atracción por la complacencia de los sentidos». Los kāma-mūḍhas carecen por completo de conciencia de Kṛṣṇa y de servicio devocional, y están cegados por un fuerte deseo de complacencia de los sentidos. Tanto el Bhagavad-gītā como el Śrīmad-Bhāgavatam censuran a los adoradores de semidioses.