Skip to main content

Śrīmad-bhāgavatam 4.12.22

Texto

taṁ kṛṣṇa-pādābhiniviṣṭa-cetasaṁ
baddhāñjaliṁ praśraya-namra-kandharam
sunanda-nandāv upasṛtya sasmitaṁ
pratyūcatuḥ puṣkaranābha-sammatau

Palabra por palabra

tam — él; kṛṣṇa — del Señor Kṛṣṇa; pāda — de los pies de loto; abhiniviṣṭa — absorto en pensar; cetasam — cuyo corazón; baddha-añjalim — con las manos juntas; praśraya — con gran humildad; namra — inclinó la cabeza; kandharam — cuyo cuello; sunanda — Sunanda; nandau — y Nanda; upasṛtya — acercándose; sa-smitam — sonriendo; pratyūcatuḥ — se dirigieron; puṣkara-nābha — del Señor Viṣṇu, que tiene un ombligo de loto; sammatau — sirvientes de confianza.

Traducción

Dhruva Mahārāja estaba siempre absorto pensando en los pies de loto del Señor Kṛṣṇa. Su corazón estaba pleno de Kṛṣṇa. Cuando los dos sirvientes de confianza del Señor Supremo, cuyos nombres eran Nanda y Sunanda, se acercaron a él con un rostro feliz y sonriente, Dhruva los recibió de pie con las manos juntas, inclinando humildemente la cabeza. Ellos se dirigieron entonces a él con las siguientes palabras.

Significado

En este verso es significativa la palabra puṣkaranābha-sammatau. Kṛṣṇa, el Señor Viṣṇu, es conocido por Sus ojos de loto, Su ombligo de loto, Sus pies de loto y Sus palmas de loto. Aquí recibe el nombre de puṣkara-nābha, que significa «la Suprema Personalidad de Dios, que tiene un ombligo de loto», y sammatau significa «dos servidores de confianza, o muy obedientes». La diferencia entre los modos de vida materialista y espiritualista está en que el uno es desobediencia a la voluntad del Señor Supremo, mientras que el otro es obediencia. Todas las entidades vivientes son partes integrales del Señor Supremo, y deben estar siempre dispuestas a aceptar las órdenes de la Persona Suprema; esa es la unidad perfecta.

En el mundo Vaikuṇṭha reina la unidad de las entidades vivientes con el Dios Supremo, pues estas nunca se resisten a Sus órdenes. Sin embargo, aquí, en el mundo material, no son sammata, obedientes, sino que siempre son asammata, desobedientes. La forma humana de vida es una oportunidad para educarnos en la obediencia a las órdenes del Señor Supremo. El movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa tiene la misión de implantar esa educación a la sociedad. Como se explica en el Bhagavad-gītā, las leyes de la naturaleza son muy rígidas; nadie puede sustraerse a esas estrictas leyes. Sin embargo, el alma que se entrega y consiente en seguir la orden del Señor Supremo, puede verse libre de ellas con gran facilidad. El ejemplo de Dhruva Mahārāja es muy adecuado. Su buena disposición hacia las órdenes de la Suprema Personalidad de Dios, unida al amor que sentía por Él bastaron para dar a Dhruva la oportunidad de ver en persona a los sirvientes de confianza del Señor Viṣṇu. Lo que fue posible para Dhruva Mahārāja, lo es para todos. Todo el que se ocupe en servicio devocional con gran seriedad puede obtener, a su debido tiempo, la misma perfección de la forma humana de vida.