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Śrīmad-bhāgavatam 4.18.4

Texto

tān ātiṣṭhati yaḥ samyag
upāyān pūrva-darśitān
avaraḥ śraddhayopeta
upeyān vindate ’ñjasā

Palabra por palabra

tān — aquellos; ātiṣṭhati — siga; yaḥ — todo el que; samyak — completamente; upāyān — principios; pūrva — en el pasado; darśitān — instruidos; avaraḥ — inexpertos; śraddhayā — con fe; upetaḥ — situado; upeyān — los frutos de las actividades; vindate — disfruta; añjasā — con gran facilidad.

Traducción

Quien siga los principios y las instrucciones dictadas por los grandes sabios del pasado podrá valerse de esas instrucciones con fines prácticos. A esa persona le será muy fácil disfrutar de los placeres de la vida.

Significado

Los principios védicos (mahājano yena gataḥ sa panthāḥ) nos instan a seguir los pasos de las grandes almas liberadas. De ese modo podremos beneficiarnos tanto en esta vida como en la siguiente, y al mismo tiempo, mejoraremos nuestra vida material. Al seguir los principios que los grandes santos y sabios del pasado nos han legado, nos será muy fácil entender el objeto de la vida. En este verso es muy importante la palabra avaraḥ, que significa «inexperto». Toda alma condicionada es inexperta. Todo el mundo es abodha-jāta, es decir, necio y sinvergüenza de nacimiento. En el gobierno democrático actual, las decisiones están en manos de toda clase de necios y sinvergüenzas. Pero, ¿qué pueden hacer? ¿De qué sirven sus leyes? Hoy decretan algo, y mañana, a su capricho, revocan esa misma decisión. Un partido político utiliza un país con unos objetivos, y al momento siguiente otro partido forma otro tipo de gobierno y anula todas las leyes y reglamentos. La sociedad humana nunca será feliz siguiendo ese proceso de masticar lo ya masticado (punaḥ punaś carvita-carvaṇānām). Para que la sociedad humana sea feliz y próspera, debemos seguir los métodos establecidos por personas liberadas.