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Śrīmad-bhāgavatam 4.27.14

Texto

gandharvyas tādṛśīr asya
maithunyaś ca sitāsitāḥ
parivṛttyā vilumpanti
sarva-kāma-vinirmitām

Palabra por palabra

gandharvyaḥ — gandharvīs; tādṛśīḥ — de la misma manera; asya — de Caṇḍavega; maithunyaḥ — compañeras para la relación sexual; ca — también; sita — blancos; asitāḥ — negros; parivṛttyā — rodeando; vilumpanti — saqueaban; sarva-kāma — todo tipo de objetos deseables; vinirmitām — fabricados.

Traducción

Caṇḍavega venía acompañado de un número de mujeres gandharvīs igual al número de soldados, y todos ellos se apoderaban una y otra vez de todos los objetos destinados al disfrute de los sentidos.

Significado

Los días se han comparado con los soldados de Caṇḍavega. La noche, por lo general, es tiempo para el disfrute sexual. Se considera que los días son blancos, y las noches, negras; también, desde otro punto de vista, hay dos tipos de noches, las noches blancas y las noches negras. Todos esos días y noches se combinan para acabar con nuestro tiempo de vida y con todo lo que inventamos para la complacencia de los sentidos. Ocuparse en actividades materiales significa inventar cosas para la complacencia de los sentidos. Los científicos investigan tratando de descubrir nuevas y más sofisticadas satisfacciones para los sentidos. En este Kali-yuga, la mentalidad demoníaca se ocupa en la fabricación de diferentes máquinas para facilitar la complacencia de los sentidos. Hay muchísimas máquinas para las actividades domésticas habituales; máquinas para lavar platos y para limpiar el suelo, para afeitarse, para cortarse el pelo. Hoy en día todo se hace a máquina. Todas esas comodidades para la complacencia de los sentidos vienen descritas en este verso con las palabras sarva-kāma-vinirmitām. Sin embargo, el factor tiempo es tan poderoso que, además de consumir nuestra vida, deteriora todas esas máquinas y recursos para la complacencia de los sentidos. Por lo tanto, en este verso se emplea la palabra vilumpanti («saquear»). Estamos siendo despojados de todo, desde el mismo principio de nuestras vidas.

Este saqueo de nuestras posesiones y de nuestro tiempo de vida comienza el mismo día en que nacemos. Un día la muerte pondrá fin a todo, y la entidad viviente tendrá que entrar en otro cuerpo para empezar otro capítulo de su vida y comenzar de nuevo el ciclo de la complacencia material de los sentidos. Prahlāda Mahārāja describe ese proceso con las palabras punaḥ punaś carvita-carvaṇānām (Bhāg. 7.5.30). Vida materialista significa masticar una y otra vez lo ya masticado. La vida materialista gira en torno a la complacencia de los sentidos. En diversos tipos de cuerpos, la entidad viviente disfruta de diversos sentidos, y crea diversos tipos de recursos; y de este modo mastica lo ya masticado. El jugo de la caña de azúcar podemos extraerlo con los dientes o a máquina, pero el resultado es el mismo, jugo de caña. Podemos descubrir muchas formas de exprimir el jugo de la caña de azúcar, pero el resultado es el mismo.