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Śrīmad-bhāgavatam 6.11.20

Texto

nanv eṣa vajras tava śakra tejasā
harer dadhīces tapasā ca tejitaḥ
tenaiva śatruṁ jahi viṣṇu-yantrito
yato harir vijayaḥ śrīr guṇās tataḥ

Palabra por palabra

nanu — ciertamente; eṣaḥ — este; vajraḥ — rayo; tava — tuyo; śakra — ¡oh, Indra!; tejasā — por el poder; hareḥ — del Señor Viṣṇu, la Suprema Personalidad de Dios; dadhīceḥ — de Dadhīci; tapasā — por las austeridades; ca — así como; tejitaḥ — dotado del poder; tena — con ese; eva — ciertamente; śatrum — a tu enemigo; jahi — mata; viṣṇu-yantritaḥ — ordenado por el Señor Viṣṇu; yataḥ — allí donde; hariḥ — el Señor Viṣṇu; vijayaḥ — victoria; śrīḥ — opulencias; guṇāḥ — y demás buenas cualidades; tataḥ — allí.

Traducción

¡Oh, Indra, rey del cielo!, el rayo que tienes para matarme lleva el poder del Señor Viṣṇu y la fuerza de las austeridades de Dadhīci. Puesto que has venido aquí para matarme conforme a la orden del Señor Viṣṇu, no cabe duda de que moriré cuando me lances tu rayo. El Señor Viṣṇu está de tu parte, y por lo tanto tienes asegurada la victoria, la opulencia y todas las buenas cualidades.

Significado

Vṛtrāsura no solo aseguró al rey Indra que el rayo era invencible, sino que también le animó a que lo empleara contra él lo antes posible. Vṛtrāsura estaba deseoso de morir bajo el impacto del rayo que venía del Señor Viṣṇu, y de ese modo ir de regreso al hogar, de vuelta a Dios, inmediatamente. Indra, cuando lanzase el rayo, obtendría la victoria y disfrutaría de los planetas celestiales, permaneciendo en el mundo material atrapado en el ciclo de nacimientos y muertes. Indra deseaba la victoria sobre Vṛtrāsura, y la felicidad resultante; sin embargo, no todo iba a ser felicidad. Aunque los planetas celestiales están justamente por debajo de Brahmaloka, Kṛṣṇa, el Señor Supremo, afirma: ābrahma-bhuvanāl lokāḥ punar āvartino 'rjuna: Es posible que nos elevemos hasta Brahmaloka, pero de nuevo tendremos que caer, una y otra vez, a los sistemas planetarios inferiores. Sin embargo, si vamos de regreso a Dios, nunca volveremos al mundo material. En realidad, Indra no iba a ganar nada matando a Vṛtrāsura; seguiría en el mundo material. Vṛtrāsura, sin embargo, iría al mundo espiritual. Por lo tanto, la victoria iba a ser para Vṛtrāsura, no para Indra.