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Śrīmad-bhāgavatam 6.16.18-19

Texto

oṁ namas tubhyaṁ bhagavate
vāsudevāya dhīmahi
pradyumnāyāniruddhāya
namaḥ saṅkarṣaṇāya ca
namo vijñāna-mātrāya
paramānanda-mūrtaye
ātmārāmāya śāntāya
nivṛtta-dvaita-dṛṣṭaye

Palabra por palabra

oṁ — ¡oh, mi Señor!; namaḥ — reverencias; tubhyam — a Ti; bhagavate — la Suprema Personalidad de Dios; vāsudevāya — Kṛṣṇa, el hijo de Vasudeva; dhīmahi — permítaseme meditar en; pradyumnāya — a Pradyumna; aniruddhāya — a Aniruddha; namaḥ — reverencias respetuosas; saṅkarṣaṇāya — al Señor Saṅkarṣaṇa; ca — también; namaḥ — toda reverencia; vijñāna-mātrāya — a la forma plena de conocimiento; parama-ānanda-mūrtaye — llena de bienaventuranza trascendental; ātma-ārāmāya — al Señor, que es autosuficiente; śāntāya — y libre de perturbaciones; nivṛtta-dvaita-dṛṣṭaye — cuya visión se aparta de la dualidad, o que es uno sin par.

Traducción

[Nārada dio a Citraketu el siguiente mantra:] ¡Oh, Señor!, ¡oh, Suprema Personalidad de Dios, a quien se invoca con el oṁkara [praṇava]!, yo Te ofrezco respetuosas reverencias. ¡Oh, Señor Vāsudeva!, yo medito en Ti. ¡Oh, Señor Pradyumna, Señor Aniruddha y Señor Saṅkarṣaṇa!, yo Te ofrezco respetuosas reverencias. ¡Oh, reserva de potencia espiritual!, ¡oh, bienaventuranza suprema!, a Ti, que eres autosuficiente y el más pacífico, Te ofrezco mis más respetuosas reverencias. ¡Oh, verdad suprema, uno sin par!, a Ti se Te puede percibir en las formas de Brahman, Paramātmā y Bhagavān, y eres, por ello, el depositario de todo conocimiento. Yo Te ofrezco respetuosas reverencias.

Significado

En el Bhagavad-gītā, Kṛṣṇa dice que Él es praṇavaḥ sarva-vedeṣu, la sílaba oṁ de los mantras védicos. En el ámbito del conocimiento trascendental, se invoca al Señor mediante el praṇava, oṁkāra, que es una representación simbólica del Señor como sonido. Oṁ namo bhagavate vāsudevāya. Vāsudeva, que es una expansión de Nārāyaṇa, Se expande en Pradyumna, Aniruddha y Saṅkarṣaṇa. De Saṅkarṣaṇa viene una segunda expansión de Nārāyaṇa, y de este Nārāyaṇa vienen otras expansiones de Vāsudeva, Pradyumna, Saṅkarṣaṇa y Aniruddha. El Saṅkarṣaṇa de este segundo grupo es la causa original de los tres puruṣas, Kāraṇodakaśāyī Viṣṇu, Garbhodakaśāyī Viṣṇu y Kṣīrodakaśāyī Viṣṇu. Kṣīrodakaśāyī Viṣṇu está en todos los universos en un planeta especial llamado Śvetadvīpa. Esto se confirma en la Brahma-saṁhitā: aṇḍāntara-stha. La palabra aṇḍa se refiere a este universo. Dentro de este universo hay un planeta llamado Śvetadvīpa, donde reside Kṣīrodakaśāyī Viṣṇu. De Él vienen todas las encarnaciones que aparecen en el universo.

Como se confirma en la Brahma-saṁhitā, todas estas formas de la Suprema Personalidad de Dios son advaita, no diferentes, y acyuta, infalibles; no caen, como las almas condicionadas. La entidad viviente común tiene tendencia a caer en las garras de māyā, pero el Señor Supremo, en Sus distintas encarnaciones y formas, es acyuta, infalible. Por lo tanto, Su cuerpo es diferente del cuerpo material que posee el alma condicionada.

La palabra mātrā se explica en el diccionario Medinī de la siguiente manera: mātrā karṇa-vibhūṣāyāṁ vitte māne paricchade. La palabra mātrā, en sus diversas acepciones, se emplea para hablar de «adorno en la oreja», «posesión», «respeto» y «el hecho de contar con una cubierta». Como se afirma en el Bhagavad-gītā (2.14):

mātrā-sparśās tu kaunteya
śītoṣṇa-sukha-duḥkha-dāḥ
āgamāpāyino ’nityās
tāṁs titikṣasva bhārata

«¡Oh, hijo de Kuntī!, la aparición temporal de la felicidad y la aflicción, y su desaparición a su debido tiempo, son como la aparición y desaparición de las estaciones del invierno y el verano. Tienen su origen en la percepción de los sentidos, ¡oh, vástago de Bharata!, y hay que aprender a tolerarlas sin perturbarse». En el estado de vida condicionada, utilizamos el cuerpo como un vestido, y, del mismo modo que necesitamos distintos vestidos para el invierno y para el verano, las almas condicionadas también cambiamos de cuerpo conforme a nuestros deseos. Sin embargo, el cuerpo del Señor Supremo está lleno de conocimiento, y, por lo tanto, no necesita de cubiertas. La idea de que el cuerpo de Kṛṣṇa es como el nuestro, es decir, que Su cuerpo y Su alma son diferentes, es un concepto erróneo. En Kṛṣṇa no se dan esas diferencias, pues Su cuerpo está pleno de conocimiento. Nosotros recibimos cuerpos materiales debido a nuestra falta de conocimiento, pero Kṛṣṇa, Vāsudeva, está lleno de conocimiento, de modo que no hay diferencia entre Su cuerpo y Su alma. Kṛṣṇa recuerda lo que dijo hace cuarenta millones de años al dios del Sol, pero un ser viviente común no puede recordar ni lo que dijo anteayer. Esa es la diferencia entre el cuerpo de Kṛṣṇa y el nuestro. Por esa razón, en este verso se dice que el Señor es vijñāna-mātrāya paramānanda-mūrtaye.

El cuerpo del Señor está lleno de conocimiento, y, debido a ello, Él siempre disfruta de bienaventuranza trascendental. En verdad, Su misma forma es paramānanda. Esto se confirma en el Vedānta-sūtra: ānandamayo 'bhyāsāt. El Señor es ānandamaya por naturaleza. Dondequiera que veamos a Kṛṣṇa, Le veremos lleno de ānanda en toda circunstancia. Nadie puede hacer que pierda la alegría. Ātmārāmāya: No necesita buscar disfrute fuera de Sí mismo, pues es autosuficiente. Śāntāya: Nunca siente ansiedad. Quien tiene que buscar placer en otras fuentes está siempre lleno de ansiedad. Los karmīs, los jñānīs y los yogīs están llenos de ansiedad porque desean, pero el devoto no desea nada; está satisfecho simplemente con el servicio del Señor, quien está lleno de bienaventuranza.

Nivṛtta-dvaita-dṛṣṭaye: En la vida condicionada, nuestros cuerpos están formados por una serie de miembros; sin embargo, los miembros del cuerpo de Kṛṣṇa, que parecen distintos entre sí, en realidad no lo son. Kṛṣṇa puede ver con los ojos, y Kṛṣṇa puede ver sin los ojos. Por esa razón, en el Śvetāśvatara Upaniṣad se dice: paśyaty acakṣūḥ. Él puede ver con las manos y las piernas. Para realizar una acción determinada, no necesita de ninguna parte del cuerpo en particular. Aṅgāni yasya sakalendriya-vṛttimanti: Él puede hacer todo lo que desee con cualquier parte de Su cuerpo; por eso se dice de Él que es todopoderoso.