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Śrīmad-bhāgavatam 7.12.15

Texto

agnau gurāv ātmani ca
sarva-bhūteṣv adhokṣajam
bhūtaiḥ sva-dhāmabhiḥ paśyed
apraviṣṭaṁ praviṣṭavat

Palabra por palabra

agnau — en el fuego; gurau — en el maestro espiritual; ātmani — en el propio ser; ca — también; sarva-bhūteṣu — en toda entidad viviente; adhokṣajam — la Suprema Personalidad de Dios, que no se puede ver ni percibir con los ojos y demás sentidos materiales; bhūtaiḥ — con todas las entidades vivientes; sva-dhāmabhiḥ — junto con todo lo relacionado con Su Señoría; paśyet — se debe ver; apraviṣṭam — que no ha entrado; praviṣṭa-vat — también que ha entrado.

Traducción

Hay que llegar a comprender que la Suprema Personalidad de Dios, Viṣṇu, ha entrado, y al mismo tiempo no ha entrado, en el fuego, en el maestro espiritual, en el propio ser y en todas las entidades vivientes, en toda circunstancia y en toda condición. Su posición, tanto interna como externamente, es la de controlador supremo de todo.

Significado

La comprensión del carácter omnipresente de la Suprema Personalidad de Dios es la comprensión perfecta de la Verdad Absoluta, que puede alcanzarse por medio del estudio de las Escrituras védicas. Como se afirma en la Brahma-saṁhitā (5.35): aṇḍāntara-stha-paramāṇu-cayāntara-stham: El Señor está dentro del universo, dentro del corazón de cada entidad viviente y también dentro del átomo. Debemos entender que la presencia de la Suprema Personalidad de Dios supone también la presencia de todo lo relacionado con Él, como Su nombre, Su forma, Sus acompañantes y Sus sirvientes. La entidad viviente es parte integral de la Suprema Personalidad de Dios; por lo tanto, debemos entender que, si el Señor Supremo ha entrado en el átomo, en el átomo también hay entidades vivientes. El carácter inconcebible de la Suprema Personalidad de Dios es algo que debe aceptarse, pues, desde el punto de vista material, nadie puede comprender que el Señor pueda ser omnipresente y, al mismo tiempo, permanecer en Su propia morada, Goloka Vṛndāvana. Esa comprensión puede alcanzarse si se siguen estrictamente los principios regulativos deāśrama (brahmacaryagṛhasthavānaprastha y sannyāsa). En relación con esto, Śrīla Madhvācārya dice:

apraviṣṭaḥ sarva-gataḥ
praviṣṭas tv anurūpavān
evaṁ dvi-rūpo bhagavān
harir eko janārdanaḥ

La Suprema Personalidad de Dios, en Su forma original, no ha entrado en todo (apraviṣṭaḥ), pero en Su forma impersonal sí lo ha hecho (praviṣṭaḥ). De este modo, ha entrado, y al mismo tiempo no ha entrado. Esto se explica también en el Bhagavad-gītā (9.4), donde el Señor dice:

mayā tatam idaṁ sarvaṁ
jagad avyakta-mūrtinā
mat-sthāni sarva-bhūtāni
na cāhaṁ teṣv avasthitaḥ

«Yo, en Mi forma no manifestada, estoy presente en todo el universo. Todos los seres están en Mí, pero Yo no estoy en ellos». El Señor puede desafiarse a Sí mismo. De este modo existe la diversidad en la unidad (ekatvaṁ bahutvam).