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Śrīmad-bhāgavatam 7.2.15

Texto

kecit khanitrair bibhiduḥ
setu-prākāra-gopurān
ājīvyāṁś cicchidur vṛkṣān
kecit paraśu-pāṇayaḥ
prādahañ śaraṇāny eke
prajānāṁ jvalitolmukaiḥ

Palabra por palabra

kecit — algunos de los demonios; khanitraiḥ — con herramientas para cavar; bibhiduḥ — rompieron en pedazos; setu — puentes; prākāra — murallas de protección; gopurān — puertas de ciudad; ājīvyān — la fuente de sustento; cicchiduḥ — cortaron; vṛkṣān — árboles; kecit — algunos; paraśu-pāṇayaḥ — con hachas en la mano; prādahan — quemaron; śaraṇāni — las moradas; eke — otros demonios; prajānām — de los ciudadanos; jvalita — ardiendo; ulmukaiḥ — con antorchas.

Traducción

Algunos de los demonios, provistos de herramientas para cavar, echaron abajo los puentes y las murallas y puertas [gopuras] que protegían las ciudades. Otros cortaron a golpes de hacha los árboles útiles, como el mango, el de la fruta jack y otros que daban también frutas alimenticias. Y otros se armaron con antorchas y prendieron fuego a las casas de los ciudadanos.

Significado

En general, está prohibido cortar árboles, y, en particular, no se deben cortar los árboles que dan frutas que sirven de alimento a la sociedad humana. Las especies de árboles frutales varían de país en país. En la India destacan los árboles del mango y de la fruta jack, y en otros lugares, además de esos árboles, también hay cocoteros y arbustos que dan bayas. Los árboles que dan frutas que sirven al hombre de alimento no se deben cortar nunca. Así lo ordenan los śāstras.