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Śrīmad-bhāgavatam 7.2.49

Texto

atha nityam anityaṁ vā
neha śocanti tad-vidaḥ
nānyathā śakyate kartuṁ
sva-bhāvaḥ śocatām iti

Palabra por palabra

atha — por lo tanto; nityam — el alma espiritual eterna; anityam — el cuerpo material temporal; — o; na — no; iha — en este mundo; śocanti — se lamentan por; tat-vidaḥ — los que son avanzados en el conocimiento del cuerpo y del alma; na — no; anyathā — de otro modo; śakyate — puede; kartum — hacer; sva-bhāvaḥ — la naturaleza; śocatām — de los que tienen la tendencia a lamentarse; iti — así.

Traducción

Los que poseen conocimiento completo acerca de la autorrealización, como saben muy bien que el alma espiritual es eterna y que el cuerpo es perecedero, no se ven abrumados por la lamentación. Pero quienes ciertamente se lamentan son las personas que carecen de conocimiento acerca de la autorrealización. Por eso es difícil educar a una persona que está bajo la influencia de la ilusión.

Significado

Según los filósofos mīmāṁsās, todo es eterno, nitya, y según los filósofos sāṅkhyas, todo es mithyā, o anitya, no permanente. No obstante, al carecer de conocimiento verdadero acerca del ātmā, el alma, esos filósofos están necesariamente expuestos a la confusión, y tienen que continuar lamentándose como śūdras. Por esa razón, Śrīla Śukadeva Gosvāmī dijo a Parīkṣit Mahārāja:

śrotavyādīni rājendra
nṛṇāṁ santi sahasraśaḥ
apaśyatām ātma-tattvaṁ
gṛheṣu gṛha-medhinām

«Aquellos que están absortos en la materia, como están ciegos al conocimiento de la Verdad Suprema, tienen muchos temas que escuchar en la sociedad humana, ¡oh, emperador!» (Bhāg. 2.1.2). Las personas corrientes ocupadas en actividades materiales tienen muchísimos temas que estudiar, debido a que no entienden el tema de la autorrealización. Por lo tanto, debemos educarnos en la autorrealización, de manera que permanezcamos fijos en nuestros votos en todas las circunstancias de nuestra vida.