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Śrīmad-bhāgavatam 7.4.18

Texto

śailā droṇībhir ākrīḍaṁ
sarvartuṣu guṇān drumāḥ
dadhāra loka-pālānām
eka eva pṛthag guṇān

Palabra por palabra

śailāḥ — las colinas y montañas; droṇībhiḥ — con los valles que las separan; ākrīḍam — parques de recreo para Hiraṇyakaśipu; sarva — todas; ṛtuṣu — en las estaciones del año; guṇān — distintas cualidades (frutas y flores); drumāḥ — las plantas y árboles; dadhāra — realizaba; loka-pālānām — de otros semidioses encargados de distintos departamentos de las actividades de la naturaleza; ekaḥ — él solo; eva — en verdad; pṛthak — diferentes; guṇān — cualidades.

Traducción

Los valles que separan las montañas eran los parques de recreo de Hiraṇyakaśipu; por su influencia, todos los árboles y plantas producían frutas y flores abundantes en todas las estaciones. Hiraṇyakaśipu dirigía personalmente las funciones de verter agua, secar y quemar, prescindiendo de los tres semidioses encargados de esas funciones en el universo, Indra, Vāyu y Agni.

Significado

Al principio del Śrīmad-Bhāgavatam se dice: tejo-vāri-mṛdāṁ yathā vinimayaḥ: El fuego, el agua y la tierra, que se combinan y toman forma, dirigen el mundo material. En este verso se menciona que las tres modalidades de la naturaleza (pṛthag guṇān) actúan bajo la dirección de ciertos semidioses. El rey Indra, por ejemplo, se encarga de verter agua, el semidiós Vāyu controla el aire y seca el agua, mientras que el semidiós que rige el fuego lo quema todo. Sin embargo, Hiraṇyakaśipu, mediante sus austeras prácticas de yoga místico, se hizo tan poderoso que él solo se encargó de todo, sin ayuda de los semidioses.