Skip to main content

Śrīmad-bhāgavatam 7.4.29

Texto

śrī-nārada uvāca
ity uktā loka-guruṇā
taṁ praṇamya divaukasaḥ
nyavartanta gatodvegā
menire cāsuraṁ hatam

Palabra por palabra

śrī-nāradaḥ uvāca — el gran santo Nārada Muni dijo; iti — así; uktāḥ — hablados; loka-guruṇā — por el maestro espiritual supremo de todos; tam — a Él; praṇamya — ofreciendo reverencias; divaukasaḥ — todos los semidioses; nyavartanta — regresaron; gata-udvegāḥ — aliviados de toda ansiedad; menire — consideraron; ca — también; asuram — al demonio (Hiraṇyakaśipu); hatam — matado.

Traducción

El gran santo Nārada Muni continuó: Cuando la Suprema Personalidad de Dios, el maestro espiritual de todos los seres, hubo tranquilizado de este modo a todos los semidioses que viven en los planetas celestiales, estos Le ofrecieron respetuosas reverencias y regresaron a sus respectivas moradas, con la confianza de que el demonio Hiraṇyakaśipu estaba ya prácticamente muerto.

Significado

Los hombres poco inteligentes que están siempre ocupados en adorar a los semidioses deben notar que estos, cuando son acosados por los demonios, acuden en busca de ayuda a la Suprema Personalidad de Dios. Si los semidioses recurren a la Suprema Personalidad de Dios, ¿por qué sus adoradores no hacen lo mismo cuando desean algún beneficio? El Śrīmad-Bhāgavatam (2.3.10) dice:

akāmaḥ sarva-kāmo vā
mokṣa-kāma udāra-dhīḥ
tīvreṇa bhakti-yogena
yajeta puruṣaṁ param

«Tanto si lo deseamos todo como si no deseamos nada o deseamos fundirnos en la existencia del Señor, si somos inteligentes adoremos al Señor Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios, ofreciéndole servicio amoroso trascendental». No importa si somos karmīsjñānīs o yogīs; si deseamos obtener una determinada bendición, aunque sea material, debemos dirigirnos al Señor Supremo y orarle, pues entonces veremos cumplido nuestro deseo, sin necesidad de acudir a ningún semidiós particular.