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Śrīmad-bhāgavatam 7.8.33

Texto

dyaus tat-saṭotkṣipta-vimāna-saṅkulā
protsarpata kṣmā ca padābhipīḍitā
śailāḥ samutpetur amuṣya raṁhasā
tat-tejasā khaṁ kakubho na rejire

Palabra por palabra

dyauḥ — espacio exterior; tat-saṭā — con Su cabello; utkṣipta — lanzados; vimāna-saṅkulā — lleno de aviones; protsarpata — desplazado; kṣmā — el planeta Tierra; ca — también; pada-abhipīḍitā — afligido con el gran peso de los pies de loto del Señor; śailāḥ — las colinas y montañas; samutpetuḥ — se levantaron; amuṣya — de aquel (del Señor); raṁhasā — debido a la fuerza insoportable; tat-tejasā — con Su refulgencia; kham — el cielo; kakubhaḥ — las diez direcciones; na rejire — no brillaban.

Traducción

Lanzados por el pelo de la cabeza de Nṛsiṁhadeva, muchos aviones salían despedidos hacia el espacio exterior y los sistemas planetarios superiores. Con la presión de los pies de loto del Señor, la Tierra parecía salirse de su posición; Su fuerza insoportable provocó el levantamiento de todas las colinas y montañas. Con Su refulgencia corporal, el Señor hizo disminuir la luz natural, tanto en el cielo como en todas direcciones.

Significado

Este verso nos da a entender que en tiempos muy remotos ya había aviones que volaban por el cielo. El Śrīmad-Bhāgavatam se habló hace cinco mil años, y lo que se expone en este verso demuestra la existencia de una civilización de características muy avanzadas, tanto en los sistemas planetarios superiores como en los inferiores. Los científicos y filósofos de nuestros días presentan la necia explicación de que la civilización solo tiene tres mil años de antigüedad; sin embargo, este verso desmiente esos caprichosos juicios. La civilización védica ya existía hace muchísimos millones de años. Ha existido desde la creación, extendida por todo el universo y contando con todas las comodidades de la época actual, además de muchas otras.