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Śrīmad-bhāgavatam 7.9.40

Texto

jihvaikato ’cyuta vikarṣati māvitṛptā
śiśno ’nyatas tvag-udaraṁ śravaṇaṁ kutaścit
ghrāṇo ’nyataś capala-dṛk kva ca karma-śaktir
bahvyaḥ sapatnya iva geha-patiṁ lunanti

Palabra por palabra

jihvā — la lengua; ekataḥ — en una dirección; acyuta — ¡oh, mi infalible Señor!; vikarṣati — atrae; — a mí; avitṛptā — sin sentirse satisfecha; śiśnaḥ — los genitales; anyataḥ — en otra dirección; tvak — la piel (por tocar cosas suaves); udaram — el estómago (por diversidad de alimentos); śravaṇam — el oído (por escuchar música agradable); kutaścit — hacia otro lado; ghrāṇaḥ — la nariz (por oler); anyataḥ — en otra dirección distinta; capala-dṛk — el inquieto sentido de la vista; kva ca — hacia algún lugar; karma-śaktiḥ — los sentidos activos; bahvyaḥ — muchas; sa-patnyaḥ — coesposas; iva — como; geha-patim — a un casado; lunanti — aniquilan.

Traducción

Mi querido Señor, ¡oh, infalible!, mi posición es como la de una persona con muchas esposas, todas empeñadas en atraerle a su propia manera. Por ejemplo, la lengua siente atracción por los platos sabrosos, los genitales por la relación sexual con mujeres atractivas, y el sentido del tacto por el contacto con cosas suaves. El estómago quiere comer más, aunque esté lleno, y el oído nunca trata de escuchar acerca de Ti, sino que suele sentirse atraído por las canciones de moda. Por su parte, el sentido del olfato se deja llevar en otra dirección, los inquietos ojos sienten atracción por las escenas de complacencia sensorial, y los sentidos activos también se ven atraídos por otros objetos. Así pues, me encuentro en una situación verdaderamente embarazosa.

Significado

La forma humana de vida está destinada a la comprensión de Dios, pero ese proceso, que comienza con śravaṇaṁ kīrtanaṁ viṣṇoḥ, escuchar y cantar el santo nombre del Señor, no puede practicarse debidamente mientras los sentidos sientan atracción por la materia. Por lo tanto, el servicio devocional supone purificar los sentidos. En el estado condicionado, nuestros sentidos están cubiertos por la complacencia material, y, mientras no nos eduquemos en la purificación de los sentidos, no podremos ser devotos. Por esa razón, en nuestro movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa, aconsejamos desde el mismo comienzo la restricción de las actividades de los sentidos, y especialmente de la lengua, a la que Śrīla Bhaktivinoda Ṭhākura califica de voraz e incontrolable. Para contener el impulso de la lengua, las autoridades aconsejan no comer carne ni productos malsanos por el estilo, y no permitir que la lengua ceda a las ansias de beber o fumar. Ni siquiera se permiten el té y el café. Del mismo modo, los genitales deben abstenerse de la vida sexual ilícita. Sin esa restricción de los sentidos, no se puede progresar en el cultivo de conciencia de Kṛṣṇa. El único método para controlar los sentidos es cantar y escuchar el santo nombre del Señor; de lo contrario, estaremos siempre perturbados, del mismo modo que un hombre casado con más de una esposa siempre se ve perturbado por los deseos de complacencia sensorial de sus mujeres.