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Śrīmad-bhāgavatam 8.19.10

Texto

evaṁ sa niścitya ripoḥ śarīram
ādhāvato nirviviśe ’surendra
śvāsānilāntarhita-sūkṣma-dehas
tat-prāṇa-randhreṇa vivigna-cetāḥ

Palabra por palabra

evam — de ese modo; saḥ — Él (el Señor Viṣṇu); niścitya — decidiendo; ripoḥ — del enemigo; śarīram — en el cuerpo; ādhāvataḥ — que corría tras Él con muchísima fuerza; nirviviśe — entró; asura-indra — ¡oh, rey de los demonios (Bali Mahārāja)!; śvāsa-anila — a través del aliento; antarhita — invisible; sūkṣma-dehaḥ — en su cuerpo más sutil; tat-prāṇa-randhreṇa — por el orificio nasal; vivigna-cetāḥ — lleno de ansiedad.

Traducción

El Señor Vāmanadeva continuó: ¡Oh, rey de los demonios!, tomando esa decisión, el Señor Viṣṇu entró en el cuerpo de Su enemigo Hiraṇyakaśipu, que corría tras Él con muchísima fuerza. En un cuerpo sutil que Hiraṇyakaśipu ni siquiera podía concebir, el Señor Viṣṇu, lleno de ansiedad, entró por la ventana de la nariz de Hiraṇyakaśipu junto con su aliento.

Significado

La Suprema Personalidad de Dios ya está dentro del corazón de todos. Īśvaraḥ sarva-bhūtānāṁ hṛd-deśe 'rjuna tiṣṭhati (Bg. 18.61). Por lo tanto, es lógico que el Señor Viṣṇu no tuviese la menor dificultad para entrar en el cuerpo de Hiraṇyakaśipu. Es significativa la palabra vivigna-cetāḥ, «con gran ansiedad». No es que el Señor Viṣṇu tuviera miedo de Hiraṇyakaśipu; lo que ocurre es que sentía compasión por él, y estaba ansioso por idear la forma de ayudarle.