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Śrīmad-bhāgavatam 8.19.18

Texto

śrī-balir uvāca
aho brāhmaṇa-dāyāda
vācas te vṛddha-sammatāḥ
tvaṁ bālo bāliśa-matiḥ
svārthaṁ praty abudho yathā

Palabra por palabra

śrī-baliḥ uvāca — Bali Mahārāja dijo; aho — ¡ay!; brāhmaṇa-dāyāda — ¡oh, hijo de un brāhmaṇa!; vācaḥ — las palabras; te — de Ti; vṛddha-sammatāḥ — son muy dignas de ser aceptadas por personas eruditas y mayores; tvam — Tú; bālaḥ — un niño; bāliśa-matiḥ — sin el conocimiento suficiente; sva-artham — interés personal; prati — hacia; abudhaḥ — sin conocer lo bastante; yathā — como debería haber sido.

Traducción

Bali Mahārāja dijo: ¡Oh, hijo de un brāhmaṇa!, aunque Tus instrucciones son como las de una persona adulta y sabia, todavía eres un niño y no tienes suficiente inteligencia. En lo que a Tus intereses personales se refiere, eres poco prudente.

Significado

La Suprema Personalidad de Dios goza de plenitud en Sí mismo, de modo que no tiene intereses personales que satisfacer. Por lo tanto, cuando el Señor Vāmanadeva fue a ver a Bali Mahārāja, no lo hizo por satisfacer Sus propios intereses. Como se afirma en el Bhagavad-gītā (5.29): bhoktāraṁ yajña-tapasāṁ sarva-loka-maheśvaram: El Señor es el propietario de todos los planetas, tanto en el mundo material como en el espiritual. ¿Qué necesidad tenía de pedir tierra? Bali Mahārāja estaba en lo cierto al afirmar que el Señor Vāmanadeva no era nada prudente en relación con Sus intereses personales. El Señor Vāmanadeva no fue a ver a Bali pensando en Su propio bien, sino en el bien de Sus devotos. Del mismo modo que los devotos sacrifican todos sus intereses personales por satisfacer a la Suprema Personalidad de Dios, el Señor Supremo puede hacer lo que sea por el interés de Sus devotos, aunque Él carezca de intereses personales. Quien goza de plenitud en sí mismo, no tiene intereses personales.